Canción de antiguos amantes

Opinión:

Mezcla de fantasía, leyendas y ensoñaciones, con una realidad presente y difícil; esto es "Canción de antiguos amantes", de Laura Restrepo, un relato, dos historias.

Por un lado, una bella historia como salida de un cuento donde se narra el mito de la bella reina de Saba a través de un relato tradicional con personajes fabulados y fabulosos, encarnada en el personaje de la valiente Pata de Cabra, una princesa repudiada por su propia madre por haber nacido con un defecto en una de sus piernas y el cuerpo cubierto de bello, pero que, con gran voluntad y valentía, logra no solo sobrevivir, sino hacer que sus hazañas lleguen hasta el mismísimo rey Salomón, y hacer permanecer su estela en el transcurrir de los siglos convirtiéndose en un mito de generación en generación.

Y, por otro lado, es la historia presente a través del devenir del protagonista, Bos Mutas, con la joven colaboradora de Médicos Sin Fronteras, Zahra Bayda, enmarcada en el escenario de Somalia y Yemen, una bella región que nos recuerda a remake de la biblia que nos hace retrotraernos a un mundo inexistente, pero, en cambio, una región empobrecida, de campos de refugiados, de enfermos, de pateras, y de unas tradiciones ancestrales bajo un régimen patriarcal que narra las durísimas condiciones vitales de las mujeres a través de matrimonios pactados, víctimas de ablaciones y violaciones que, además, las convierten en repudiadas por sus familias, y cuya solución la encuentran convirtiéndose en migrantes en busca de una vida mejor, tristemente, sin conseguirlo en muchas de las ocasiones. Parece ser que esta dura realidad está basada en las historias que la autora de la novela presenció en los viajes que hizo con Médicos Sin Fronteras por Yemen, Etiopía y Somalia, lo cual, hace especialmente difícil su comprensión desde nuestra visión desde el mundo occidental.

Sin embargo, si nos extraemos un poco de esta dura realidad, encontramos dos bellas historias de amor: un mito a través del relato de la reina de Saba como protagonista encarnada en Pata de Cabra con el rey Salomón; y otra, el floreciente romance que va surgiendo entre Bos Mutas y Zahra Bayda dentro del campamento.

Es curioso pensar cómo una leyenda, en este caso la de la reina de Saba, ha perdurado hasta nuestros días y ha llevado a numerosos intelectuales, infructuosamente, a perseguir una quimera. Todos ellos "ensueñan" a su particular reina de Saba encarnada en un símbolo a su alcance (en el caso de Bos Mutas en una bailarina a la que ve actuar siendo adolescente; Tomás de Aquino que cree haberla encontrado en una imagen de una Virgen de una iglesia de Estrasburgo, o André Malraux que llegó a sobrevolar la zona en la que se decía que estaba el reino de Saba), y se agarran a eso para lanzarse a encontrar un resquicio de esa realidad ensoñada.

Ambas historias conectan entre sí, ambas están protagonizadas por mujeres valientes, supervivientes en medio de sus realidades (una en una historia fabulada por la autora y otra en una real); mujeres cuyo tesón y capacidad de resiliencia es más fuerte que lo que el destino las tiene preparadas. Aunque se habla de males y de enfermedades, también se habla de esperanza, de amor, de curación.

Una hermosa novela, brillantemente desarrollada y maravillosamente narrada, con capítulos breves pero elaborados con una narración "poética" con tintes de cuento que la hace, simplemente, maravillosa.

Una gran oda a las mujeres, de ayer, de hoy, y de las que vendrán. El verdadero salvavidas que hace que el mundo se mantenga a flote.

Belén Flores