Cabeza de Vaca

Opinión:

Los datos, quizás excesivos, llevan el género de ficción histórica a acercarse al ensayo, donde también hay lugar para dar un repaso a hombres de la importancia de Colón; realizado por su hijo Hernando, que se había convertido en el mejor y mayor documentado del Almirante; experiencia que más adelante repite con Hernán Cortés. Por el contrario, Antonio Pérez Henares no se detiene en otras historias, como la conquista y pacificación de la Gran Canaria, que daría sin lugar a dudas para una muy interesante novela.

Para introducirse en esta aventura es necesario conocer otras de antemano y poner al lector en antecedentes. Un riesgo que afronta el autor al abrir muchos frentes y cambiar varias veces de época; particularmente, no sabía en qué momento me hallaba ni a quién seguía, lo que se ha traducido en una lectura lenta, a ratos tediosa y repetitiva.

El autor realiza un repaso histórico por alguno de los momentos cumbre de nuestro pasado, acontecimientos en los que participaron algunos antepasados de Álvar Núñez y que sembraron en él la semilla de lo que años más tarde dio forma a su persona. Desde diversos puertos, fuese en Sevilla, en Sanlúcar de Barrameda o en otros, controló el ir de barcos hacia las Indias y como estos volvían cargados de oro, plata y fortunas. Un sueño dorado al que muchos quisieron apuntarse tras escuchar los relatos de aquellos que regresaban, especialmente el protagonista de estas páginas.

Indígenas, territorios conquistados y muchas decisiones vergonzantes de nuestros pasados militares y políticos, y un excesivo sentimiento de superioridad frente a los indios seminolas, los sioux o los apaches mescaleros. Pueblos entre sí diferentes, a los que tuvieron que adaptarse. Y para ello, qué mejor manera que convertirse para ellos en el gran chamán blanco, un curandero en el que creían por encima de todas las cosas. Una farsa que interpretó durante un tiempo con el único objetivo de sobrevivir y conseguir huir hacia su destino final en busca de sus compañeros perdidos. Una parte de la novela con más ritmo pero al que le falta una pausa, alguna historia diferente a las habituales en los libros de conquistas y expediciones por América.

El relato de la expedición es a su vez un viaje por la ruta de Álvar Núñez Cabeza de Vaca descubriendo lugares como el río Mississippi, aguas que dice ser el primero en verlas, al igual que otras localizaciones que dejó documentadas a través de su libro "Naufragios". Por el camino, siglos de historia con verdades contadas a medias y un interés desmedido por hacerla como a cada cual le place, siglos de documentación interesada.

Antonio Pérez Henares tuvo la inmensa suerte de seguir los pasos de Álvar Núñez Cabeza de Vaca por los territorios más al sur de los Estados Unidos y México, de la mano de Miguel de la Quadra Salcedo, un espíritu aventurero que se deja sentir en estas páginas; sin embargo, esperaba mucho más de este relato, el cual me ha parecido escrito con prisas y falto de correcciones.

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