Los músicos de Bremen; Caperucita Roja; La lechera; Las siete cabritillas y el lobo

Opinión:

"Caballo clásico", de Combel, está de vuelta, y lo hace publicando de una tacada cuatro nuevos títulos. Siguiendo la estela que habían dejado los cuatro primeros volúmenes de la colección, estos nuevos títulos constan de 24 páginas y combinan imagen y texto, centrándose en todos aquellos y aquellas que se inician en el mundo de la lectura. Todos ellos están adaptados por Roberto Bravo de la Varga, profesor en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y licenciado en filología hispánica y filología alemana. Él, o bien los adapta (como en la caso de "La lechera", cuento español), o bien los traduce del alemán (como los cuentos de los Hermanos Grimm). 

Estos cuatro nuevos volúmenes son muy conocidos entre el colectivo popular. Se han ido transmitiendo de generación en generación y se han realizado millones de adaptaciones en variopintas producciones artísticas, desde películas a obras de teatro, pasando por esculturas. Combel pretende aquí mostrar una cara divertida y alegre, multicolorida, con un texto que no se aleje del original y que sirva de moraleja y de aprendizaje. Además, se inyecta una modernización de los personajes, como en el caso de la caperucita, la cual dispone de una scooter para desplazarse a casa de su abuelita. 

Los cuatro libros han sido ilustrados por diferentes ilustradores:

- Litos ilustra "Los músicos de Bremen". Tiene un estilo muy característico, que recuerda a las imágenes de Pixar, con un colorido y una realización que parecen sacados de un ordenador. Jugando con las perspectivas y las formas, como las dimensiones de los animales, el lector/a tendrá la sensación de cercanía, como si pudiese tocar los personajes y ser uno más.

- Francesc Infante es el encargado de "Caperucita roja". Con una amplia experiencia en el mundo de la ilustración, ha ganado varios premios de enjundia, como el Premio Nacional de Ilustración en 1996. En el libro en cuestión Francesc Infante, con colores alegres y vivos, ilustra un cuento donde los personajes, los árboles y las casas adquieren grandes dimensiones. Emplea mucho humor y también modernización, como el uso de la scooter o letras con forma digital. 

- Joan Negrescolor ha puesto color a "La lechera". Sus imágenes tienen un toque esperpéntico, burlesco, con dimensiones gigantescas de la lechera o de los animales y con el uso de colores suaves, con el objetivo de explorar la expresión y la poesía de las imágenes. 

- Sophia Touliatou traza y colorea "Las siete cabritillas y el lobo". Nacida en Grecia, aparcó el diseño gráfico para dedicarse a la ilustración y más concretamente a los libros para niños/as. Su trabajo puede encontrarse en multitud de países alrededor del mundo (en Europa, Asia o América). En este libro ella ha optado por un toque especial que recuerda al uso de la plastelina, con colores extravagantes o que llaman mucho la atención, con el fin de acercar al lector/a al mundo infantil y despreocupado de las siete cabritillas, a las que les gusta jugar o imaginar o dejarlo todo patas arriba. 

Cristià Serrano