Bis

Opinión:

Este es uno de esos libros de los que no se puede hablar mucho acerca de su argumento porque si se hace se corre el riesgo de destripar la novela al lector de esta reseña que quiera acercarse a la obra. Así que, hecha la sinopsis anterior, pasaré muy de puntillas sobre lo que ocurre en la trama porque, además, la novela está tan bien llevada que eso precisamente (la pregunta sobre qué es lo que realmente está ocurriendo en esa fiesta) es el eje de la intriga y la clave para un final sorprendente que te deja los pelos de punta. Y no digo más.

Solo diré que el tema es francamente interesante y que está muy bien trabajado por parte de los autores. Creo que la estructura y las herramientas narrativas que utilizan Fernández Sifres y Gómez Soto contribuyen a la perfección a generar y aumentar ese suspense (fundamental en esta novela) que se va alimentando a base de rarezas y detalles a lo largo de la obra y que culmina (de forma magistral, diría yo) en un final impactante y (para mí) bastante descorazonador.

Una de esas herramientas narrativas bien utilizadas en esta novela es su propia estructura y el cambio y el juego de narradores que se va estableciendo a la largo de la obra. Así, "Bis" comienza con un primer capítulo introductorio con una voz narradora en tercera persona que nos explica cómo Víctor y Martín conocieron a las chicas que les invitan a la fiesta súper secreta (por internet; y he ahí otra buena reflexión para el lector) y cómo entran en ella. A partir de ahí, comienza el intercambio de las voces narrativas adjudicadas a cada uno de los protagonistas: primera persona para Víctor, segunda para Martín. Este juego permite diferenciar a los dos personajes, sobre todo al principio, hasta que cada uno se va configurando con su personalidad y su forma de ser particular, al tiempo que va generando una cierta desazón en el lector: ¿por qué uno habla en primera persona y otro en segunda?

No menos desazón genera la cuenta atrás que aparece en los móviles de Víctor y Martín nada más entrar en la fiesta y que se convertirá en el encabezado de los capítulos de esta parte central de la novela. Una parte central que es la más extensa, conformada a base de capítulos bastante cortos lo que, junto con la propia intriga creada por la trama, hacen que la lectura sea muy rápida.

Finalmente, una vez resuelto el misterio de la fiesta, la cuenta atrás desaparece y retomamos a ese primer narrador en tercera persona omnisciente que nos resuelve la intriga y nos va desvelando algunos de los flecos de la historia. Los protagonistas han cumplido su papel en la novela y ahora llega el tiempo de las explicaciones, como ocurriera al principio, lo que le da un cierto toque de estructura circular (aunque sea solo a través de la elección de narradores y de cierta parte del argumento) para mí muy inquietante. Este cambio narrativo también potencia el contenido de la novela y contribuye a generar ciertas reflexiones en el lector en las que no voy a entrar para no destripar a nadie esta impactante resolución de la trama.

En definitiva, me ha gustado mucho esta novela inquietante y bien construida, que nos hace reflexionar sobre la amistad, el poder de la sugestión y el peligro de ciertas fiestas y en la que la música es parte fundamental del contenido, tal y como ocurre en toda fiesta que se precie.

Lidia Casado