Betibú

Opinión:

El talento narrativo que la escritora argentina Claudia Piñeiro despliega en su nueva novela, Betibú, seduce desde la primera página. La autora envuelve al lector en una atmósfera imparable y atrozmente inquietante de la que no es fácil desprenderse sino es llegando hasta el final de su historia.

Siguiendo la estela del género negro y policíaco, la novela está impregnada de la crónica periodística no exenta de ironía. Todo en favor de unos personajes fuertes a través de los cuales nos inmiscuimos en una serie de sucesos que son a la vez la excusa y el camino por los que se filtra una crítica sutil de la sociedad. Situándose los personajes por encima de la historia, siendo en sí mismos el fondo y, en ocasiones, la forma de dicha crítica.

Piñeiro dibuja con palabras el mapa de una historia adictiva, un viaje inagotable. Está pasando aquí y ahora y, a medida que la transitamos, vamos tropezando por un hilarante panorama político-social que expone multitud de facetas de una actualidad rabiosa. Centrándose en la relación entre la prensa y el poder y los cambios tecnológicos que estamos viviendo, y que encontramos encarnados en el personaje de Jaime Brena, periodista de la vieja escuela, periodista de calle, de viejos libros, de contactos y, en el extremo opuesto, el recién llegado a la redacción, el periodista de Google, de Twitter, de Facebook. Un cambio generacional enfrentado, el de unos personajes unidos para resolver un caso.

Es una novela con una estructura perfectamente hilada; la historia que nos cuenta, la trama policial secuencial de los hechos que se narran logra acentuar su ritmo a cada instante a través de un fraseo directo, un lenguaje cotidiano en el que los diálogos se sustentan por sí solos, inmersos en la historia, exento de acotaciones como una suma de las partes en un todo que va de la primera palabra a la última. Y es de ese modo, a través de los hechos, como consigue enlazar perfectamente al lector con el otro nivel de la trama, el de unos personajes con los que empatizamos por la historia que viven, que podemos ver y casi tocar. Nos mezclamos, dialogamos, nos preocupamos con ellos y por ellos. Y es ese final al que han llegado los personajes de Betibú, transitados ellos por la búsqueda en el caso Chazarreta, atravesados por las decisiones tomadas, por el viaje, en el que cada uno de ellos habrá dado un paso que cambiará sus vidas.

María Cabrera