Berta Isla

Opinión:

Berta Isla es una Penélope del mundo moderno: espera y aguarda la llegada de su marido. Su propio nombre ya indica la soledad que emana de esa espera (una isla, evidentemente, es un trozo de tierra aislada). Sin embargo, vive la soledad de quien no ha propiciado el naufragio, sino que simplemente lo ha contemplado desde la distancia. Y es que Berta Isla está enamorada de Tomás Nevinson, a quien espera en una muestra no ya de fidelidad, sino de estoica lealtad.  

Rememorando su ciclo de Oxford (formado por "Todas las almas", "Negra espalda del tiempo" y "Tu rostro mañana"), Javier Marías rescata a personajes como el profesor Wheeler o Bertram Tupra, ejes clave en la vida del protagonista, Tomas Nevinson. Este, con unas prodigiosas habilidades para los idiomas, que lo llevan a la perfecta imitación de voces y acentos, se convertirá en objeto de deseo para muchos.

Con mucha astucia, Javier Marías combina en "Berta Isla" dos voces narrativas. Una, en primera persona, se corresponde con la voz melancólica de la protagonista. La otra, de carácter omnisciente, juega con su conocimiento de las debilidades de Tom: la flexibilidad de su honor y su sentimiento de culpabilidad.

Como nos tiene acostumbrados, Marías se erige como un gran conocedor de la literatura inglesa. Entre las diversas escenas que conforman esta novela de espías y amores, se suceden claras referencias metaliterarias que juegan un importante papel en el plano sentimental de los personajes. Entre ellas, es necesario aludir a la utilización de Enrique V (Shakespeare), así como a los versos de T.S. Eliot, cuyo poema "Little Giding" se convierte en el destino vital de Tom: "polvo suspendido en el aire". De hecho, Eliot acompaña a Nevinson en todo momento y diseña el verdadero tema de la novela: una reflexión sobre si una persona puede retornar al mundo.

Si bien la trama está urdida en torno al amor y al espionaje, Tom Nevinson se aleja del clásico James Bond o de las novelas de John Le Carré. El personaje de Javier Marías es un espía que nos acerca a las consecuencias humanas que dicha actividad conlleva, a sus dudas y a sus carencias. Pero, además, nos sugiere que, en nuestra necesidad de amor, nunca podremos estar seguros de lo que el otro piensa, o de quién realmente es.

En "Berta Isla", Javier Marías nos ofrece una novela compleja y atrevida, pero muy en sintonía con toda su obra precedente. Una novela que no hay que perderse.

Darío Luque