Barbazul

Opinión:

El arranque ya es glorioso: Rabo Karabekian, anciano pintor que se encuentra en sus horas más bajas, conoce en su playa privada a Circe Berman, mujer vital y descarada que se atreve a cuestionar cada aspecto de la existencia del artista. Desde ese momento, el mundo detenido y hasta cierto punto autocomplaciente que el pintor había diseñado para sí se tambalea. Siguiendo uno de sus frecuentes impulsos, Circe Berman, novelista de éxito, se instala en la casa de Rabo Karabekian para continuar poniendo todo patas arriba, incluyendo un espionaje nada disimulado de las memorias que el pintor escribe para ajustar cuentas con su pasado. El juego narrativo que Kurt Vonnegut propone es que esa autobiografía que leemos es precisamente parte del texto de "Barbazul", una novela ambiciosa y bien conseguida.

Merece atención especial el enigma sostenido de una supuesta joya de la pintura de Karabekian que nadie ha visto y que el artista custodia con celo extremo en un viejo almacén de patatas. Nadie ha contemplado esa obra misteriosa, ni siquiera la ex mujer del pintor, y el lector arrastrará una curiosidad bien fomentada por el texto por saber qué hay exactamente dentro del almacén.

Vonnegut tiene un don para la ironía sobresaliente, y aquí sabe hacer una exposición pormenorizada e interesante de lo que no es más que un gran fracaso y una curiosa metáfora del arte contemporáneo. Hay mucho mensaje en el detalle de que nuestro pintor/narrador sea tristemente célebre por el hecho de que sus pinturas se evaporen al cabo de los años por haber utilizado un pigmento de mala calidad. Años después de ser vendidas, el lienzo se vuelve totalmente blanco. Una imagen preciosa de la futilidad de tantas y tantas cosas que hacemos y a las que damos importancia.

Como novela, "Barbazul" contiene muchas capas, todas buenas. También es una novela de veteranos de guerra traumatizados, e incluso conocemos pinceladas de la emigración armenia a Estados Unidos. Se trata de una novela de personajes imperfectos, plagados de defectos y manías, algo que es tremendamente común en el universo del autor de la célebre "Matadero cinco".

Se trata de una novela muy recomendable, por forma y contenido. Es un texto culto, dirigido a paladares exquisitos y entrenados para disfrutar una prosa de altura, pero en absoluto árida. Se lee con sumo placer y fluidez, porque Kurt Vonnegut sabe encontrar siempre el término medio entre altura intelectual y calidez en la prosa.

Rafael Ruiz Pleguezuelos