Bajo el barro

Opinión:

Vaya por delante que la última frase de mi argumento parece desvelar un gran spoiler pero que éste aparece tanto en contraportada de la novela como en la web oficial de la editorial. Precisamente lo bueno que tiene "Bajo el barro" es que sabiendo ya de antemano algo tan importante dentro del enorme misterio que esconde el Pasaje, la novela sea tan sumamente buena y enganche sin remedio.

No sé si recordáis cuando os lo presenté en vídeo, parecía poquita cosa con cierta intriga pero escondía una cosa ENORME. De verdad de la buena.Terrorífica, horripilante, siniestra. A veces evocaba al golem, otras a las vainas cuando Donald Sutherland gritaba señalando a uno que no se había convertido… y no es nada de eso, pero me venían reminiscencias de grandes historias de género.

Si "Bajo el barro" lo hubiese firmado Stephen King tendría ahora mismo una película, una miniserie y hasta estaría entre la lista de sus mejores libros. Es más, la novela de Rubén Sánchez Trigos es mucho mejor que muchas de King.

Utilizando dos leyendas urbanas propias del Carabanchel bajo donde se ambienta la novela, la construcción de un pasaje del terror actúa de canalizador para poner de relieve el verdadero terror. Es más, no hay nada peor que el miedo al miedo, y de ese pánico se nutre esta oscuridad de la que nos habla Rubén Sánchez Trigos.

La novela tiene otro atractivo que además le da originalidad y dinamismo, y es que aparte del narrador omnisciente hay artículos de una revista que hablan de tema, extractos del interrogatorio al que serían sometidos Roberto, Diego y Mei, conversaciones de chats, partes sacadas de un libro publicado a cuenta del suceso, blogs que hablan del tema…

Los personajes principales, aparte de estos tres catorceañeros, son sus familias y uno más. Por parte de Roberto está su padre, un hombre atormentado al quedarse viudo cuando asesinan vilmente a su mujer, y su hermana Rebeca, protagonista indiscutible de la trama. Ella ha cambiado, ya no es la cría aterrada y con sobrepeso del instituto, pero como los demás conserva sus miedos, y volver al instituto Julio Verne donde tanto daño le hicieron no es lo mejor que le puede pasar.

Por parte de Diego están sus padres (Antonio y Lorena), pero como el padre de Rebeca y Roberto, estos también entraron al Pasaje. Todo el que entra, si sale, lo hace cambiado. No digo más. Por eso en este grupo familiar los protagonistas son los abuelos: Ramón y Magda.

Por parte de Mei, puesto que la que entró al pasaje es la madre, Suyín, es el marido y padre de la cría, Heng, quien ocupa el puesto protagonista. El terror de este personaje me ha parecido un puntazo absoluto. La mayoría de miedos uno se los puede imaginar por ser comunes -el bullying, un crimen, fobias, etc.- pero en el caso de Heng ha sido una elección magnífica. Aunque debo admitir que la experiencia que vive el padre de Rebeca en la bañera es lo más brutal y espeluznante leído en años. ¡Es que está todo tan bien descrito!

Y como decía hay un cuarto personaje, Juanan, que aparece más tarde pero que con él se completa el grupo de adultos que quieren parar "eso" como sea. Y este chico tiene mucho que ver con el pasado y los miedos de la propia Rebeca.

"Eso", lo que esconde el pasaje del terror, el barro al que se hace alusión en el título, es un caleidoscopio de terrores. Debéis saber que en realidad los que entran, salen, al menos en su mayoría, pero no vuelven como antes. Persiguen a los demás con la obsesión de que entren al pasaje. Todo muy turbio.

Y luego están esas desapariciones que parecen venir de una influencia sobrenatural. Nunca el miedo fue más atractivo. ¿Quiénes salen, entonces? Os preguntaréis. Esas respuestas están en el libro.

En ese túnel lo que conocemos como tiempo y espacio es voluble. Eso hace que no para todo el mundo el recorrido es igual de largo, por ejemplo. Y lo que esconde esa atracción, algo que económicamente corrompe a los responsables del centro (pero hay algo más), es un compendio de terrores. Lo mejor: cuando uno de los personajes entra y narra que ha podido ver los miedos de otros. Tu cabeza bulle, estás deseando entrar con los protagonistas para vivir la oscura historia que se hace de rogar, pero durante la lectura no te aburres lo más mínimo, de verdad. Yo me leía una media de casi 100 páginas cada noche.

Antes de leer "Bajo el barro" rescaté de entre mis estanterías una novela antigua de Rubén Sánchez Trigos  titulada "Los huéspedes" (de la que también hay reseña; por eso y porque esta novela tiene sus 600 páginas he tardado más en sacar las reseñas) y me encantó ver que aún existen autores capaces de sorprenderte. Empalmé ambas lecturas y he pasado un par de semanas imbuida en historias de terror fantásticas que recomiendo sin dudarlo. De hecho me pregunto ¿qué está haciendo Rubén? ¿Por qué no está publicando más novelas? ¿Cómo pueden publicar en tapa dura grandes sellos editoriales novelas tan cutres -porque las hay a punta pala- y no darse cuenta de las joyas de género que tenemos en España? ¿Por qué ningún director especializado en este género -que tenemos muchos y muy buenos- no ha puesto ya el proyecto en marcha para llevarlo a la pantalla? Les da para una película de terror estupenda o una miniserie tenebrosa e intrigante que puede conseguir muchos fieles.

Que se dejen ya de menospreciar el género del terror porque hace años que nuestros autores lo han engrandecido. Si yo tuviera una editorial sería de TERROR. O si tuviera que dirigir una colección sería de terror (me apuntaría al thriller también pero ahí el filtro aún sería más duro porque poco me sorprende ya).

A la editorial Booket darle mi más sincera enhorabuena (al resto de editoriales decirles que se han perdido una gran novela de terror, de las que hay pocas) y a los lectores comentarles que el hecho de que esté encuadernada en Booket la hace más accesible al bolsillo, así que no tenéis excusa.

Un 10 como una casa de grande.

Anika Lillo