Ay luna, luna, lunita (infantil)
Título: Ay luna, luna, lunita (infantil)
Título Original: (Ay luna, luna, lunita, 2005)
Autores: Yanitzia Canetti, Ángeles Peinador
Editorial:
Everest
Colección: Rascacielos
Copyright:
© Ilustraciones de Ángeles Peinador, 2005
© Texto de Yanitzia Canetti, 2005
© Everest, 2005
Ilustraciones: ColorEdición: 1ª Edición, 2005
ISBN: 9788424187743
Tapa: Dura
Etiquetas: álbumes ilustrados literatura cubana 4 años 5 años 6 años 3 años literatura infantil
Nº de páginas: 32
Argumento:
Al caer la noche, cuando Federico Feliciano de la Feria se va
dormir, los animales de su granja le van pidiendo a la Luna llena
ser otro animal distinto al que son: así la Luna convierte al cerdo
en patito, al pato en perrito, al perro en ranita, a la rana en
vaquita y de este modo la Luna, Lunita, va convirtiéndolos uno a
uno en otro diferente al de antes, menos al gallo que prefiere
seguir cantando todas las mañanas su
¡¡¡Kikiriki!!!...
Opinión:
Una de las cosas que más me gusta de los cuentos de Yanitzia
Canetti es la musicalidad tan bonita que destilan la mayor
parte de ellos. Esta cualidad se hace más patente en ese tono tan
dulce y tan agradable que utiliza la autora para narrarlos - como
si se lo contara a sus propios hijos - y en que muchos de ellos
poseen la estructura de una canción: letra / estribillo / letra /
estribillo… tal y como ocurre con "Ay, luna, luna, lunita…" por
ejemplo.
Prueba de ello es el audio-cd que acompaña al
cuento en el cual podemos escuchar una versión musical del mismo a
cargo de Ainhoa Fernández
Martín (Interpretación) y Guilherme Campos Costa (Composición
y ejecución) en la que no se cambia ni una coma del texto original
y sin embargo funciona perfectamente como una canción.
Se trata por tanto de un cuento clásico protagonizado en su
mayoría por animales (además de por la Luna y un granjero) y que
funciona por la repetición de una misma situación una y otra vez:
en este caso, cada animal de la granja pide a la luna que le cumpla
el deseo de convertirse en otro animal diferente. El esquema es
siempre el mismo y esto permite la posibilidad de introducir un
texto que funciona como letra y otro que sirve siempre como
estribillo.
Por otro lado, las ilustraciones de Ángeles Peinador son
espectacularmente bonitas, convirtiendo al libro en doblemente
atractivo y motivador para los críos.
La moraleja es muy sencilla: al final el gallo demuestra ser el
más listo de todos ya que le gusta ser un gallo y no desea
transformarse en ningún otro animal. En definitiva, que es absurdo
querer parecerse a los otros o intentar convertirse en alguien
diferente a lo que uno es. No está nada mal.
Un cuento para contar no sólo a nuestros hijos /as (o sobrinos
/as, o alumnos /as) sino también al niño que todos llevamos
dentro.
Joseph B Macgregor
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