Asesinato en el museo

Opinión:

Nada más abrir el libro el lector se encontrará con un mapa en blanco y negro del museo y con fotografías encuadradas con sus nombres debajo de los personajes principales de la historia.

En "Asesinato en el museo", Alasdair Beckett-King nos presenta a Montgomery Bonbon, el detective con bigote y vestido de tweed que resulta ser Bonnie Montgomery, una niña de diez años disfrazada. Con su ingenio rápido, su habilidad para el disfraz y el apoyo inquebrantable de su leal abuelo Banks, Bonnie demuestra que la edad (o la altura) no son un obstáculo para resolver crímenes graves. Esta novela de misterio marca la incursión de Beckett-King en la literatura infantil y es un éxito desenfrenado que provoca carcajadas, brindando encanto, humor y suspenso a los lectores jóvenes y deleitando a los adultos que la van leyendo.

La premisa en sí es un guiño lúdico a la novela policíaca clásica. Bonnie, bajo el disfraz de su alias Montgomery Bonbon, se ocupa de un asesinato sospechoso en el Museo Hornville, un lugar con una buena cantidad de personal excéntrico, exhibiciones extravagantes y un loro muy testarudo. El misterio se desarrolla con un estilo a lo Agatha Christie, lleno de giros, pistas falsas y una variedad de pistas deliciosamente desconcertantes. Beckett-King hace eco de los tropos de los misterios de la época dorada con un toque moderno y descarado que mantiene a los lectores enganchados de principio a fin.

Una de las mayores virtudes de la historia reside en su humor, que el autor infunde con una mano experta, perfeccionada tras años de comedia. La voz de "detective" de Bonbon, con un acento exagerado y observaciones irónicas, es tan personaje como la propia Bonnie, y es irresistible. El abuelo Banks, su fiel compañero y chofer, añade otra capa de comedia, fundamentando los vuelos de fantasía de Bonnie con la dosis justa de desconcierto. Su relación forma el corazón de la historia, convirtiéndola en algo más que un simple misterio: es una historia de familia, lealtad y la emoción de una aventura compartida.

Sin embargo, el humor nunca diluye el suspenso. Beckett-King equilibra la comedia con una trama sorprendentemente intrincada para una novela para jóvenes de edad mediana. El asesinato en el museo, junto con el robo del águila de Widdlington, está elaborado con suficientes giros y posibles culpables como para mantener en vilo incluso a los lectores jóvenes más astutos. Y aunque la resolución puede dejar algunas preguntas en la mente de los lectores más perspicaces (contando con algunos saltos de lógica detectivesca), está claro que el autor valora la emoción del viaje por encima de la estricta adherencia al realismo.

La ilustradora, Claire Powell, merece una mención especial por sus encantadoras y dinámicas ilustraciones que dan vida a Bonbon y su mundo. Las ilustraciones no solo acompañan al texto, sino que lo amplían, añadiendo chistes visuales y capas adicionales a la historia que recompensan a los lectores atentos. El arte de Powell complementa perfectamente el ingenio de Beckett-King, creando un mundo vibrante donde una detective puede deambular con impunidad (siempre que recuerde su bigote).

Este es un misterio que respeta la inteligencia de sus jóvenes lectores, ofreciéndoles no sólo una historia, sino una experiencia llena de risas, suspenso y la deliciosa emoción del descubrimiento.

Beckett-King ha creado en Bonnie/Montgomery una protagonista que parece atemporal y moderna a la vez, una sabia detective que puede enseñar a los lectores un par de cosas sobre el arte de la observación, la emoción del disfraz y el poder de la imaginación. Para los jóvenes entusiastas del misterio (o para cualquiera que tenga debilidad por los detectives en miniatura), "Asesinato en el museo" es una escapada encantadora que promete más misterios (y muchas más risas) por venir.

Violeta Lila