Asesinato con diamantes

Opinión:

En este nuevo caso de "Su Majestad, la Reina investigadora", cambiamos de época y, por lo tanto, de contexto. La reina ya no es una ancianita adorable con largos años de reinado a sus espaldas y algún que otro achaque de la edad. Ahora es una joven de treinta años que, en pleno contexto de la Guerra Fría, se enfrenta a escandalosos casos de espionaje mientras intenta asentar alianzas.

La dinámica, sin embargo, tiene que ser la misma: nadie puede enterarse de que tiene algo más que un interés curioso en el caso, pero su intervención será crucial para resolverlo. Para lograrlo, se valdrá de su nueva Secretaria Privada Adjunta, que ha llegado al cargo de forma poco convencional y a la que ni los miembros del equipo de la reina ni las secretarias ven con buenos ojos por ser de clase baja y por un incidente en su pasado militar.

Este se siente necesariamente como su primer caso, ya que sus secretarias previas no eran muy competentes. Joan tendrá que averiguar discretamente varias cosas: quién es el hombre de confianza de la reina que está intentando sabotear sus visitas internacionales, qué pasó realmente con ese estrafalario asesinato que ocurrió en una vivienda donde se reunían importantes miembros de la alta sociedad sin que ninguno se diera cuenta de nada y si la investigación puede llegar a llevar a descubrimientos que supongan un escándalo para su familia.

También hay capítulos dedicados a la investigación policial, que encuentra muchas trabas por testigos que desaparecen y empresas opacas, así como por la intervención de cabecillas de bandas que no quieren que se hurgue en sus asuntos por un crimen que no les concierne. Y, por supuesto, encontramos inevitables subtramas de espionaje.

Mientras, la reina tendrá que seguir con su apretada agenda y sus preocupaciones cotidianas, incluyendo su primer discurso televisado, lo que nos permite echar un vistazo a las vidas privadas de la familia real en esa época y descubrir alguna que otra curiosidad.

El caso está muy bien montado y nos vamos haciendo una idea de lo que pasó poco a poco mientras se van recuperando piezas de información relevantes pero pasadas por alto por los investigadores que encajan en la cabeza de la reina. La parte del traidor también tiene su encanto y su parte peligrosa, por lo que el libro es muy emocionante y me mantuvo muy enganchada.

En definitiva, el cambio de época le ha sentado muy bien a la serie, que sigue manteniendo un altísimo nivel, así que espero que la autora siga escribiendo muchos más.

Déborah F. Muñoz