Apocalípticos e integrados

Opinión:

Antes del boom de Adso de Melk y Guillermo de Baskerville, Umberto Eco era conocido en círculos cultos y/o universitarios por este ensayo, en el que identificó una característica común de nuestra sociedad: el fin de la cultura de las élites frente al progreso rampante e imparable de la cultura de masas, así como qué tenía de bueno (y de malo) el fenómeno.

Las primeras cien páginas son absolutamente brillantes, tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta: el asombro es mayor cuando uno mira la fecha original de publicación de este ensayo y comprueba que sus teorías fueron dadas a conocer hace justo cuarenta años: no obstante, cuando pasa a analizar casos prácticos, nos encontramos con un problema. En lo tocante a música pop(ular), los referentes se han quedado obsoletos: en su día, Rita Pavone fue un ídolo de masas, pero hoy está en el último cajón de la memoria de unos cuantos cincuentones; en lo que concierne a su análisis del cómic y la tira cómica de periódico, y más allá del caso de "Superman", que todos conocemos, ocurre algo parecido: Jules Feiffer, un autor de comics de culto, sigue siendo "carne de hemeroteca", y es que cabría concluir, haciendo sociología recreativa, que no por mucho identificar el problema se puede llegar a resolverlo: así, los "Apocalípticos", aquellos miembros de las élites culturales que denostan la "degradación" a la que ha llegado la cultura en nuestro tiempo, siguen reinando sobre los "Integrados", aquellos que consideran que, a sociedad nueva, cultura nueva, y que tan válida es la Quinta Sinfonía de Beethoven como el "Bulería, bulería" de Bisbal... si no más.

¿Por qué? Porque no hay circuitos paralelos: universidades, medios de comunicación, academias Nobel, etcétera, que valoren en su justa medida os productos culturales de nuestro tiempo, y si los hay, no tienen el reconocimiento que los siglos han dado a los oráculos de la alta cultura.

Por tanto, es un libro interesantísimo (a ratos: hay páginas fácilmente saltables), en el que se pueden entresacar muchos elementos para la reflexión, y que seguirá teniendo un valor inestimable como testimonio acerca de qué ocurre en ese campo tan indefinible como es el de la "cultura" a secas.