Apartamento 16
Título: Apartamento 16
Título Original: (Apartment 16, 2010)
Autor: Adam Nevill
Editorial:
Minotauro
Copyright:
© Adam Nevill, 2010
© Editorial Planeta, S.A., 2011
Edición: 1ª Edición, Octubre 2011
ISBN: 9788445078440
Tapa: Blanda
Etiquetas: arte demonio diablo literatura inglesa ingleses monstruos satanismo infierno demonios terror miedo horror
Nº de páginas: 408
Argumento:
Apryl, una joven norteamericana, viaja a Inglaterra para vender
el apartamento que su tía abuela Lillian les ha dejado en herencia
a ella y a su madre. La situación es fantástica: un viejo edificio,
clásico, en uno de los mejores puntos de la ciudad, con vecinos
forrados de pasta... La oportunidad de sacar de ahí una buena
cantidad de dinero es única. Sin embargo Apryl sentirá curiosidad
por la vida de su tía abuela ya que parecía que hubiera querido
huir del lugar durante años sin conseguirlo, y eso no tiene ningún
sentido... hasta que empieza a investigar y descubre con horror que
un asunto feo y peligroso se esconde detrás de las muertes de
algunas personas del edificio. El problema es que no hay lógica en
todo el asunto: un pintor que dedicó parte de su vida a dibujar el
horror más puro está detrás de esa vieja historia que vuelve a
ponerse en marcha con su llegada.
Al mismo tiempo un joven pintor, que ha sido recientemente
contratado como portero, empieza a sufrir pesadillas, fiebre y
alucinaciones. ¿O no son pesadillas, fiebre ni alucinaciones?
Opinión:
Escuché cómo una fan de Stephen King recomendaba
"Apartamento 16" de Adam Nevill asegurando que hacía tiempo que
no leía nada igual, y entre esta sugerencia, la película que algún
día sé que veré y la trama, tenía clarísimo que debía leer la
novela.
La letra, algo pequeña, más acostumbrada a verla en ese tamaño en
libros de bolsillo, consiguió que el libro durara más de lo que
pensaba. Para quienes adoran que los libros duren más esto es un
punto porque es del todo inesperado, sin embargo a mí me hizo
pensar si me duraba más por tener la letra más pequeña o porque el
libro no me llegaba del todo, y tras dejar pasar unos días, he aquí
mi reflexión: éste es uno de esos libros que quizá no quede con tu
favorito pero que si no lees quizás te arrepientas, porque tiene
escenas de terror en estado puro, y cuando un autor hace algo bien,
hay que reconocerlo.
Una de las mejores cosas de "Apartamento
16" es que Seth, el portero, empieza a tener extrañas
visiones pero en estado febril, por lo tanto el autor no te aclara
en principio si estamos ante un tipo enfermo o si lo que está
viendo es real. Jugar con esa ambigüedad me parece un punto
positivo porque las alucinaciones en estados febriles son más
creíbles. A medida que pasan las páginas veremos que todo ese
horror -al menos para Seth- hubiera sido preferible que fuera
imaginado. Ahí está el terror: las imágenes y vivencias son tan
grotescas que ponen los pelos de punta. Y conforme Seth va cayendo
en una vorágine de horror y dominación, Apryl va introduciéndose en
la extraña vida que ha vivido su tía abuela. En esta parte el autor
nos va soltando píldoras más dosificadas y creando un suspense que
es el cincuenta por ciento de la novela. Todo lo que ocurre tiene
un origen, y será a través de los capítulos y las averiguaciones de
Apryl como empecemos a resolver el misterio. Es posible que aquí
parezca que la novela se ralentice pero si se tiene paciencia,
ningún problema. De hecho hay una reunión con un grupo de personas
que luego no será especialmente necesario para la trama y sin
embargo es una gran escena debido al ambiente y los personajes
descritos.
La otra parte que me ha gustado ha sido precisamente cómo describe
este horror. Adam
Nevill describe un infierno tan macabro que cuesta
sustraerse de él. A veces, por ser tan grotesco, era difícil
visualizarlo y a mí me hizo releer alguna secuencia para darme
cuenta de que la descripción de ciertos monstruos era lo que había
leído. Monstruos, no tienen mejor definición porque es la más
exacta. Monstruos de una mente evidentemente enferma plasmados en
pinturas y en una habitación del apartamento 16 de Barrington
House.
Hay una cosa en particular que no me ha gustado, y era cuando un
capítulo estaba en un punto álgido y finalizaba para recuperarlo
más tarde pero sin la misma tensión, si no introduciéndonos de
nuevo en él, sobre todo porque en alguna ocasión el tema parecía
olvidarse. Esto es algo que considero innecesario y que muchas
veces me pregunto si es para poner más palabras o una técnica
literaria, pero no soy partidaria de ella si la idea general de la
novela es hacerte subir a una montaña rusa. Quizás si le hubiera
dado importancia a aquello que dejó en el otro capítulo y volviera
con fuerza no me hubiera importado, pero tengo la impresión de que
cortó de cuajo escenas muy potentes y no las elaboró como el lector
espera.
La novela, aunque es algo coral, se centra en particular en dos
personajes: Seth, el portero, y Apryl. Sus averiguaciones y el
avance de la trama hará que aparezcan otros personajes
imprescindibles, pero entre ellos el más significativo es el pintor
que da origen a este infierno en la tierra: Felix Hessen. Sin
embargo sin los vecinos de Barrington House no hubiera sido posible
esta historia porque ellos son las víctimas que nos mostrarán
cuánto y cómo se puede sufrir ante un hecho que se sale de toda
lógica, y es que en esta novela la racionalidad no tiene
cabida.
Cuando Adam
Nevill se centraba en la habitación del apartamento 16
donde se abría el Vórtice -para saber qué es esto hay que leer el
libro- podía imaginar fácilmente que en el cine se haría uso de los
efectos especiales, y sin haber visto la película, utilizando única
y exclusivamente mi imaginación, aseguraría que las imágenes serían
impactantes. Al ojo humano, sobre todo al de los más aprensivos,
ciertas figuras nos cuesta soportarlas sin parpadear. Esas eran las
escenas que a veces releía no sin espanto.
Y hablando de esto en particular, un detalle más: Nevill sugiere que veamos la obra de
Francis Bacon cuando estemos leyendo "Apartamento
16", sin embargo yo no lo hice y me alegro
enormemente, porque mi imaginación es mucho más macabra y eso
provoca más miedo. He visto las imágenes después, y puedo asegurar
que es mucho mejor dejarse llevar por nuestras propias visiones que
las que ya están plasmadas porque nos limitan muchísimo el miedo
que nosotros mismos somos capaces de provocarnos sin guías
visuales.
Y sí, hay respiro para el horror, pero cuando lo hay es para
empujarnos más hacia el desenlace.
Existe un momento en el libro en que se nos desvela quién está
detrás de la contratación del joven portero. Es posible que
imagináramos -o no- que fuera este personaje dado que no hay muchos
responsables que pudieran hacerlo, sin embargo toco el tema por un
motivo muy concreto: en ese personaje, en su forma de actuar y
justo a partir del momento en que se desvela que es él, es donde
más y mejor se puede visualizar a un Stephen King tecleando. Ahí es
donde Adam
Nevill se acerca sin titubeos al maestro del terror a
pesar de que durante todo el tiempo nos ha llevado al infierno y a
la locura. Y es que Nevill tiene otras influencias.
Si no has visto la película déjate llevar por esta imaginación
infernal, porque eso es lo que te va a mostrar: el infierno.
Anika Lillo
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Comentario de los lectores:
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