Antirresurrección
Título: Antirresurrección
Título Original: (Antirresurrección, 2011)
Autor: Juan Ramón Biedma
Editorial:
Dolmen
Colección: Línea Z
Copyright:
© Juan Ramón Biedma, 2011
Portada de Alejandro Colucci
© Dolmen, 2011
Edición: 1ª Edición, Enero 2011ISBN: 9788493814359
Tapa: Blanda
Etiquetas: apocalipsis fin del mundo violencia detectives género negro supervivencia supervivientes policiaca literatura española terror miedo horror thriller zombis Sevilla
Nº de páginas: 293
Argumento:
En una Sevilla donde deben convivir aislados de los zombis que les
rodean, un asesino en serie muestra su nueva víctima en una
parroquia: un niño ahogado en agua bendita. El Teniente
Trespalacios debe hacerse cargo del caso, pero la detective Artizar
le ayudará porque ha sido contratada, a su vez, por los religiosos.
Sin embargo hay una pieza que no encaja, y una joven aparecerá para
darles la pista que les falta, lo que les llevará al infierno donde
los resucitados ganan por mayoría aplastante.
Opinión:
Quien haya leído antes a Juan Ramón Biedma sabe ya lo que
encontrará aquí, porque su sello personal está clarísimo, no sólo
en cuanto a su forma de dirigirse al lector si no también en cuanto
al tipo de personajes que pululan por esta devastada Sevilla. Sus
personajes, desde el primero hasta el último, y especialmente
centrados en el teniente Trespalacios, que esconde un pasado oscuro
y en base al cual funcionará y terminará toda la trama; la
detective Artizar, una auténtica superviviente no sólo de la
sociedad si no también de su propio matrimonio y del horror más
grande que puede sufrir una madre; Chokos, un amortajador,
-oficio creado como nuevo servicio de emergencias tras la
Resurrección- que ve en la situación la posibilidad de
sacar algo de provecho; la joven Almena, que aparece desnuda ante
cientos de zombis, que esconde más de un secreto, y que sin duda
será importante para la trama desde el inicio hasta el final,
aunque la información respecto a ella nos la vayan dando con
cuentagotas...
Como en sus otras novelas aparecen más seres (humanos) marginados
que nos irán mostrando la sociedad que resiste a duras penas en la
supervivencia con sus propias normas (los tres jóvenes
recolectores que se infiltran entre los zombis y que
experimentan un final de impacto) y escenas tremendas difíciles de
digerir por lo crudas, como la de las embarazadas (en este caso una
de esas tan típicas de Biedma que hace que se te mueva
algo en el estómago).
Son dos las cosas que caracterizan a Biedma y ambas están aquí. Por
un lado su prosa, con esa sensación a mitad de camino entre la
persona que te lo está contando desde la distancia y con mucha
frialdad, y el guión cinematográfico. Cualquier purista arremetería
contra su manera de contarnos los hechos, y además no escribe para
lectores simplistas, exige que leas con atención y ates cabos
porque lo que te va contando forma parte de un puzzle con piezas
sueltas que deberemos encajar. Tanto la forma como el estilo lo
hemos visto antes en "El espejo del monstruo" y "El
humo en la botella", incluso, si me apuráis, sus degradados
personajes de pasados atormentados, la novela coral, la propia
Sevilla como ciudad protagonista, cierta sensación de caos entre
los personajes a modo de supervivientes, y, por supuesto, un
mensaje crítico que utiliza de nuevo a la iglesia como
leitmotiv.
Personajes oscuros de gatillo fácil que no tienen nada que perder
conviven con locos, iluminados, aprovechados, supervivientes,
marginados... y precisamente porque no tienen nada que perder, son
más peligrosos. La impresión es que Biedma nos ha querido exponer
precisamente esto: los zombis son un peligro, sí, pero los
supervivientes pueden serlo más, porque de nuevo el sálvese quien
pueda define a la gran mayoría de la humanidad... empezando por el
personaje de doña Teresita (uno de esos típicos de Biedma que siempre pululan por
sus novelas) o el del vidente.
"Antirresurrección" es, en realidad, una novela
policíaca, un thriller disfrazado de novela zombi, y quien
espere algo de compasión para el lector que se olvide. Biedma es
Biedma hasta las últimas consecuencias, y eso incluye el final,
desolador pero terriblemente creíble.
De la corrección se ha encargado Juan de Dios Garduño, y de
la portada -magnífica- el ilustrador Alejandro Colucci, que recrea una
escena que podremos leer en "Antirresurrección".
Anika
Lillo
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