Anna Kadabra 12. Brujos en pañales

Opinión:

"Anna Kadabra. Brujos en pañales" es la duodécima entrega de la serie infantil Anna Kadabra, escrita por Pedro Mañas e ilustrada por David Sierra Listón.

La serie "Anna Kadabra" es una lectura para niños a partir de 7 años. En ella participa también Marcus Pocus, amigo de Anna Kadabra y compañero del Club de la Luna Llena. Es un personaje que tiene su propia serie de libros creada e ilustrada por los mismos autores. Ambas series tienen en común la magia, la amistad y las aventuras, pero cada uno con su correspondiente protagonismo en la historia de cada serie. Independientemente de su protagonista, tanto "Anna Kadabra" como "Marcus Pocus" son lecturas aptas para niños y niñas, no diferenciando ninguna serie para un género en concreto. De esta manera, si les gusta una serie, les gustará la otra, y los niños aprenderán que tanto niños como niñas son capaces de lograr lo mismo y tener mágicas y divertidas aventuras.

Lo bueno de las aventuras, tanto de Anna Kadabra como de Marcus Pocus, es que son historias independientes. De esta manera los niños van a poderlas leer sin necesidad de ir en orden. Obviamente, es mejor para comprender la relación de los personajes o ciertas referencias que se hacen a historias pasadas, pero el autor da las pinceladas justas para que se comprenda incluso sin haberlo leído. Aun así, si les gusta la serie es mejor que los lean en orden, ya que van a disfrutar mucho más la totalidad de la historia y van a apreciar la evolución de los personajes,

Antes de comenzar la historia, se ha incluido a doble página una ilustración de los personajes con una breve descripción. A continuación, también a doble página, los niños encontrarán un mapa de Moonville, con los principales escenarios de la historia. Es un detalle que me ha gustado, ya que los niños lo pueden consultar durante la historia si tienen dudas para situar a cada personaje o los escenarios por los que se mueven. Es también una pequeña ayuda para aquellos niños que no hayan leído los libros anteriores.

Dentro de las mágicas aventuras en las que Anna Kadabra se ve inmersa, quizá "Anna Kadabra. Brujos en pañales" es con la que los niños se puedan sentir más identificados.

Me refiero al cambio que ha ocurrido en la vida de Anna con la llegada de su hermano Otto: dormir poco y aguantar apestosos olores de sus pañales. Pero es una etapa por la que todos han pasado, y por la que incluso la pobre Anna volverá a pasar... aunque sea momentáneamente. Una manera divertida de recordárselo también a los pequeños lectores que estén ahora en esa situación y de enseñarlos la responsabilidad de ser "la hermana/o mayor".

Pero tanto Otto, el hermano de Anna, como el resto de bebés de Moonville están en peligro ya que han sido secuestrados por los malvados goblins. Misteriosamente, todo se parece mucho a la película que Anna y Marcus estaban viendo en la tv. Así que Anna, Marcus, Ángela, Sarah y Oliver tendrán que descubrir lo que ocurre y rescatarlos. Por suerte, cuentan también con la ayuda de sus mascotas mágicas, que una vez más les serán de mucha ayuda.

Al ver la película, Anna ya veía a los goblins como seres malvados, pero pronto descubrirán que no es así. No por ser de una especie o pertenecer a un sitio ya todos son iguales, hay que conocer a cada persona. Por lo que gracias a Anna y sus amigos, los niños aprenderán a no prejuzgar a otros niños sin darles la oportunidad de hablar y conocerlos.

Leyendo "Anna Kadabra. Brujos en pañales" los niños verán una vez más la importancia de la amistad y de ayudarse unos a otros. Cuando todo ha pasado, Anna y sus amigos acuden a ayudar a los goblins, ya que ellos finalmente no tenían la culpa, solo querían recuperar su ciudad y en parte se dejaron engañar.

Me ha gustado también la parte de los romperrocas Jill y Jack. Es muy gracioso y enseña no sólo a lavarse la boca y usar enjuagador, sino también a no dejar basura, de ningún tipo, en la naturaleza. Es importante que desde pequeños los niños aprendan que si van al campo, a la playa o al monte, hay que recoger todo lo que se lleve. Tenemos que cuidar al planeta tierra y no contaminar, ya que puede dañar o incluso matar tanto a la flora como a la fauna.

Las ilustraciones por parte de David Sierra Listón son una maravilla y muy coloridas, sin duda llamarán la atención de los pequeños lectores. Los personajes son muy graciosos, con los grandes ojos que el autor les ha dibujado y con expresiones muy caricaturescas, muy típicas de dibujos animados. Tiene un estilo muy característico, fácilmente reconocible y lleno de detalles, ya que no solo se ha centrado en los personajes, sino también en la ambientación. Hay ilustraciones de diferentes tamaños y cada una refleja a la perfección la escena a la que acompaña, por lo que los niños que sean más pequeños podrán apoyarse en ellas para seguir la historia.

En resumen, cada entrega de Anna Kadabra contiene una historia llena de aventuras y muy divertida con la que los niños pueden pasar un rato muy entretenido.

Vane Gómez