amazonas dormidas

Opinión:

Me ha impactado y sorprendido cómo Judith Bosch  refleja la cruda realidad de la prostitución en un determinado barrio, tan mohosa y sucia, de forma tan lírica, a veces hasta aterciopelada pero en todo momento cuidada, elegante y sin ambigüedades, con la contundencia y respeto también hacia los jóvenes a quienes sobre todo van dirigidos sus mensajes. 
 
La angustia y la tensión desde los primeros acontecimientos están servidas para conmover a ese público juvenil y desde luego al adulto. No sólo con intención de provocar sensaciones hasta enfrentadas, empatía o asco, sino dar a conocer el papel de las víctimas en este colectivo, unas mujeres casi siempre vulnerables, desarraigadas, que sufren de malos tratos y de una humillación crónica. Algunos de esos personajes principales asumen en ciertos momentos el papel de narradoras, esa elección ameniza la estructura de la novela y facilita la reflexión. 
 
Las situaciones y la ambientación parecen muy fieles al barrio del Lugo en las Palmas de Gran Canaria. Ilustran como decía, una realidad social que creo interesante divulgar. Son personas muchas veces ocultas para una gran mayoría, y entre ellas menores de edad, con necesidades personales provocadas por la miseria, familias rotas, la falta de cultura o simplemente el azar. Las relaciones y los conflictos sociales entre ellas y el exterior del barrio, en la escuela o en los institutos, son peculiares, son hilos conductores también del argumento principal.
 
La protagonista, Leila, aparece retratada en la portada del libro de forma muy expresiva por Cristina Ruano. Es una joven desamparada, heredera de una vida indeseable. Aún así, gracias sobre todo a la amistad sincera con su compañera de clase, Yurena, se esfuerza por mantener la cordura. Yurena carga a su vez con otros tipos de problemas, su realidad familiar sirve también a la autora para exponer conflictos vigentes entre padres e hijos en una sociedad no precisamente marginal. Ella anima a Leila a asumir responsabilidades y a desahogarse de tanto dramatismo. Ambas comparten momentos de evasión, risas, y los sueños que resultan ser tan imprescindibles. Lo demuestran en sus diálogos frescos, emotivos e ingeniosos.
 
Me parece enternecedor también cómo está descrito el amor incondicional y valiente que Leira profesa a su madre, las imágenes que la joven se inventa sobre un posible futuro profesional, y los medios para defenderse incluso cuando es violada u obligada a ejercer de camella. El hecho de que no llegue a perder la capacidad de elección, como el coraje, evoca imágenes también inteligentes y de gran  belleza. La calidad literaria es indiscutible, proliferan con acierto: las metáforas; los giros gramaticales precisos; e innumerables juegos de palabras para referirse, a veces, a conceptos similares pero con múltiples matices. 
  
Por todo ello creo que Judith Bosch demuestra además de un profundo conocimiento de los temas que aborda, una madurez como escritora sorprendente que les invito a comprobar y que podría crear tendencia. Asimismo, en colaboración con la editorial, ha preparado un dossier de lectura interesante para institutos que invita a la reflexión incluso a la polémica en las aulas, los hogares, libros-fórum… Personalmente ha sido un placer conocerla y espero poderla entrevistar pronto para Anika Entre Libros. 
 
Soledad Gallardo Lucena  
 
AMAZONAS DORMIDAS. Novela juvenil de alta tensión, radical en sus planteamientos respecto a la prostitución y el maltrato, en el barrio canario del Lugo, donde una adolescente necesita de los sueños tanto como el oxígeno para poder sobrevivir.