Amadís de Gaula

Opinión:

"Amadís de Gaula" es una de las pocas novelas de caballerías que se salvan del fuego en "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha", y la prueba de que merece la pena es, quizás, que aún hoy se considera un clásico interesante. Por supuesto, se trata de un libro denso para el lector moderno, con cientos de páginas en un castellano anticuado (aunque comprensible), por lo que esta adaptación al cómic es oportuna para un primer acercamiento a la obra por parte de los jóvenes.

Amadís es el prototipo de caballero virtuoso, que sirve a una dama y se enfrenta a numerosos peligros. También tiene compañeros de armas que son luchadores extraordinarios y que ayudan a generar subtramas para la historia. El elemento sobrenatural está muy presente, no solo por su enemigo Arcaláus y por su protectora, la hechicera Urganda, sino por las numerosas criaturas y objetos mágicos que pueblan sus páginas.

Esta adaptación intenta incorporar cuantos más elementos mejor, lo cual es complicado ya que se condensan cientos de páginas de texto en unas breves 48 páginas (7 de ellas con extras) donde predomina la imagen. Esto hace que la historia dé la sensación de ser un poco caótica, con demasiada información en cada página y un ritmo excesivamente apresurado.

Llega un momento en que en cada doble página te mete diversas escenas con el mismo personaje dentro de la historia de Amadís, y a veces es bastante lioso, por lo que se agradece el árbol genealógico del inicio, que te dice quién es quién.

En cuanto a las ilustraciones, están muy bien hechas, con un estilo que recuerda al manga y una paleta de colores muy agradable. A veces pasa como con el guion, que Emma Ríos tiene que meter demasiadas escenas en la misma página, pero lo resuelve de una forma bastante estética y fluida sin abusar de las viñetas cuadradas.

En definitiva, aunque intenta condensar demasiado en poco espacio, es un cómic bonito y con una buena historia, que acerca un clásico de la literatura a los jóvenes, por lo que resulta muy recomendable.

Déborah F. Muñoz