alicia a través del espejo

Opinión:

Lewis Carroll escribió "Alicia en el país de las maravillas"  después de una excursión por el río Támesis y lo creó para una niña llamada igual que su protagonista. Seis años después el escritor se puso manos a la obra con la segunda parte de ese libro y escribió "Alicia a través del espejo". En esta segunda obra Carroll eleva a su máxima expresión todos los recursos que ya aparecen bien definidos en la primera (juegos de palabras, rico universos de situaciones y personajes surrealistas, ironía, simbología crítica…).

De nuevo el autor creó un cuento para niños que gozó y goza de gran aceptación entre los adultos. Tal vez esto suceda porque nos lleva a hacer un impresionante ejercicio onírico que despierta en el lector extrañas sensaciones. Seguramente, porque el ejercicio crítico que supone la obra, su ironía o la riqueza de sus juegos de palabras son difícilmente apreciables para los más pequeños.

Una vez más el estilo rápido y breve de Carroll así como sus diálogos, hasta cierto punto teatrales, hacen que la lectura fluya veloz. Sumergirse en el universo que se encuentra al otro lado del espejo es un ejercicio de imaginación y de fantasía. La mente debe estar bien abierta para dejarse arrastrar por todas las situaciones que nos propone Carroll y para poder tratar con sus extraños y excéntricos personajes. Esta vez Alicia es un poco más madura y se pasa al otro lado del espejo consciente de las aventuras que puede vivir allí. También da la sensación de que la novela le quedó mucho más redonda a su autor y que en ella alcanzó cotas más altas con todo lo que proponía en "Alicia en el país de las maravillas".

Tanto"Alicia a través del espejo"  como su antecesor "Alicia en el país de las maravillas"  aparecen conjuntamente en esta edición de Alianza Editorial formando parte de un estuche. Los dos libros están prologados por Jaime de Ojeda e ilustrados por John Tenniel. Tanto el prólogo como las imágenes y las sucesivas notas que aparecen explicadas al final de los dos libros nos sitúan en el contexto histórico. Las notas, además, nos ayudan a comprender infinidad de detalles que, de otra manera, pasarían desapercibidos para el lector que no conozca en profundidad la obra de Carroll. Sin duda dos libros que hay que leer.

María Dolores García Pastor