Algún amor que no mate

Opinión:

"Algún amor que no mate" es un libro imprescindible para toda persona interesada en la violencia de género. Desde la ficción literaria explora la realidad una sola mujer que, de algún modo, representa a todas las mujeres que han sufrido, sufren o sufrirán la violencia machista de unas parejas ancladas en el patriarcado y en la dominación de la mujer por parte del hombre. Prudencia, la siempre prudente, no lo fue a la hora de enamorarse, como tampoco fue capaz de ver dónde se estaba metiendo a pesar de que había señales indudables de lo que de verdad representaba su marido. La idea del amor romántico, el amor que todo lo puede, el amor salvífico y el amor que tantos sacrificios exige propio de la sociedad patriarcal muestra en esta obra su cara más dolorosa, la más triste, la más condenable.

A pesar de lo duro del contenido y de algunas de las situaciones que se cuentan, Dulce Chacón no adopta un tono trágico o demasiado reivindicativo. Opta por el sosiego y la verdad desnuda y deja que sea Prudencia la que muestre todo su dolor. Y lo hace con el uso de una primera persona que nos cuenta, con cercanía, sencillez e intentando comprender lo ocurrido (aunque, en ocasiones, también burlando la realidad al lector, como sería comprensible que lo hiciera una mujer que habla de una vida matrimonial como la de la protagonista de la novela). Sin embargo, la autora desdobla ese narrador en otra voz narrativa que a veces habla en una tercera persona testigo de lo que va ocurriendo y otras lo hace en una segunda persona que reprocha a Prudencia lo que hace o lo que deja de hacer. Un desdoblamiento que, en realidad, se corresponde al mismo personaje, al de Prudencia, lo que da una idea de esquizofrenia, de locura, de enajenación mental muy acertada para el contenido de la historia y su desenlace. La incomunicada y exiliada en su propia casa Prudencia solo puede hablar consigo misma, con el reflejo de su propia cara en una ventana que la aísla de un mundo al que ya no pertenece.

Junto a estas dos voces o, mejor, esta voz doblada, Chacón nos deja oír una tercera: la de la amante del marido. La autora echa mano del género epistolar para introducir unas cartas que nos muestran la doble vida del marido pero, también, su verdadera cara, que el trato que le da a Prudencia no es la excepción sino la regla.

Quizá para contrarrestar el aislamiento al que el marido tiene sometida a Prudencia en la novela, Chacón aísla al marido en lo literario: no sabemos qué piensa ni por qué hace lo que hace ni escuchamos su voz, más allá de los diálogos transcritos. Por ningunear, ni siquiera tiene nombre, lo que, de alguna manera, hace al lector reflexionar sobre el trato que la sociedad debe dar a quienes ejercen la violencia (física, psicológica y sexual) contra sus parejas.

Con su personal estilo, su compromiso social y su manera de ver el mundo, "Algún amor que no mate" es una novela genuinamente Chacón. Una novela dura (durísima) pero que deja mucho poso y que permite al lector conocer el día a día de una mujer maltratada, ninguneada, cosificada, alienada, sumisa, borrada del mapa hasta desaparecer. Una de las mejores novelas que he leído en mi vida, imprescindible en lo literario y en lo social.

Lidia Casado