Ahora llega el silencio

Opinión:

He leído muchísima novela juvenil y especialmente distopías (juvenil y adulta) por lo tanto tengo bastante claro qué opinar de "Ahora llega el silencio". Hay novelas juveniles crossover tipo "Veinte" de Manel Loureiro que están más enfocadas a lectores cercanos a la mayoría de edad (entre 16 y 18 años), muy realistas y detallistas, que nos gustan mucho a los adultos. Y luego está "Ahora llega el silencio", la novela que necesitaba un público joven lector de menor edad. Yo diría que entre los 11 y los 15 años. Si acaso para más edad únicamente a los que no son lectores o no disfrutan mucho con los libros, porque este, por su sencillez, puede arrastrarles. Tanto los de la franja de edad mencionada como estos últimos, son lectores, por regla general, que quieren algo ligero, interesante, que les emocione, entretenga y no les obligue a pensar: dicho de otra forma: engancharse a la literatura y no sentir la lectura como una tortura. Creo firmemente que Álvaro Colomer ha conseguido esto con creces.

Argumentaré lo dicho: la historia está planteada de un modo algo inocente, dirigida a chicos que no se planteen qué puede ser real y qué no encaja, chicos que busquen una historia sin plantearse si es factible el viaje que hacen sin hacer apenas alusiones a los cuidados de un bebé recién nacido sin alimentación e higiene prácticamente, como si trasladaran a un muñeco, o que un crío ratón de biblioteca tenga la capacidad de mutilar con una sierra una pierna gangrenada y que tres días después la víctima no la tenga y punto, o sea que el lector no se plantee siquiera cómo la cosieron, cauterizaron o limpiaron ya que no nombran antibióticos ni ningún tipo de medicina. Otra escena sería cuando cierto personaje, en toda su maldad, decapita a un joven con absoluta rapidez, por lo que se deduce un corte limpio… no es tan sencillo hacerlo. En este sentido es muy inocente la historia y los hechos 'malvados' pasan con ligereza en la historia con el fin de darle el toque necesario que provoque sensación de violencia y peligro ante la falta de humanidad y empatía, pero no regodeándose en esa maldad ni en detalles que un crío de esas edades no necesita. Por eso creo que Colomer ha estado muy acertado. Es más, es una tónica general en toda la novela.

Yo ya le había leído en "Terror en la red 1. El chico que vivía encerrado en una habitación", también para edades adolescentes bajas, y aunque me quedé esperando para leer los otros dos (era trilogía) como nunca llegaron no puedo hablar del resultado final, sin embargo lo que leí coincide absolutamente con este mismo estilo ligero e intrigante de "Ahora llega el silencio". Distingue muy bien la franja de edad de los críos a los que va destinado el libro. Y eso que al principio tuve mis dudas porque dos de los adolescentes (Astrea y Néstor) utilizan en su vocabulario palabras como víveres, hostil o hambruna. Los críos dirían comida, hambre y a saber qué para referirse a hostil, pero seguramente algo mucho más coloquial.

En esta novela Barcelona está dividida en barrios, y al mismo tiempo por bandas callejeras dominantes. Las pandillas por barrios me han parecido muy interesantes, no tanto la de tipo Mad Max, que es bastante corriente en este tipo de distopía (en todas, no se salva casi ni una sola novela distópica ni para jóvenes ni para adultos, así que supongo que es necesaria) sino la de los niños de las alcantarillas (los niños del subsuelo) que en grupo recuerdan a los niños de Nunca Jamás de Peter Pan, o las amazonas del Raval.

Introduce además un elemento casi mágico, el de los albinos encapuchados que se convierten en profetas. Una justicia poética de lo más bonita, dado que los albinos en según qué país (en el continente africano es traumático) son blanco de la gente supersticiosa.

Aquí tendrán una aventura llena de peligros pero con final feliz, héroes y heroínas (el personaje de Astrea ha llegado hasta mi mente como un sustitutivo de esos antiguos cuentos de princesas y heroínas) muy jóvenes, el conocimiento de la maldad pero también de la bondad, la redención de quienes lo hicieron mal y quieren reconvertirse y hacer algo bueno por la humanidad, la importancia de la relación entre distintas edades sin olvidar especialmente a los adultos precisamente por su conocimiento, y precisamente eso, el conocimiento, la importancia de la cultura en general, no tanto artística sino práctica.

Yo lo recomendaría sin duda a este tipo de joven lector que sin darse cuenta, ni siquiera planteárselo porque está entretenido en la lectura, aprende cosas vitales de la humanidad. Tan sencillo y tan complejo.

Para quien desee un libro de este tipo pero para adultos les recomiendo un título: "Anna" de Niccolò Ammaniti.

Anika Lillo