Adiós, enfado

Opinión:

Anne Crahay es una ilustradora y escritora francesa dedicada a crear historias divertidas y educativas para los niños. La última colección que está diseñando va dirigida a trabajar las emociones. "Adiós, enfado" es el tercer volumen.

Antes de iniciar con el contenido en sí, el lector encontrará una introducción en donde la autora pone de manifiesto la finalidad del libro, así como una pequeña exposición del contenido a tratar en el mismo.

Está compuesto por cuatro ejercicios de relajación que facilitan al niño la gestión de sus emociones, en concreto el enfado. Cada ejercicio está compuesto por dos partes: por un lado, conlleva una explicación previa dirigida al adulto, en el que se expone de forma detallada, y basada en la psicología, el motivo por el que se debe llevar a cabo dicho ejercicio, el por qué puede surgir esa emoción en el niño de forma abrupta y la forma en que debe trabajarse.

A continuación, con frases cortas, letra grande y vocabulario sencillo y poético se presenta un pequeño cuento dirigido al infante en el que el protagonista es un niño que, por distintos motivos, se deja llevar por la rabia y acaba enfadándose. Es el propio niño quien expresa cómo se siente y los pasos que realiza para calmar a ese león que hay en su interior.

Los ejercicios están inspirados en el Brain Gym (gimnasia para el cerebro), el cual es un planteamiento educativo que tuvo auge en los años 80. Dichos ejercicios pueden llevarse a la práctica de forma aislada o general, dependiendo del estado de exaltación del niño.

Puesto que es un manual infantil y va dirigido principalmente a ellos, la ira o enfado está representado por un león que busca la imitación del niño para poner en práctica los ejercicios.

Las ilustraciones son muy tiernas y divertidas. Realizadas con colores vivos y pasteles, parecen creadas con ceras de colores. Son imágenes sencillas que exponen, por un lado, los movimientos a realizar como ejemplo para los adultos y, por otro, representan de forma sencilla los mismos movimientos dentro del propio cuento con una ambientación y la presencia del león interior exponiendo así, de forma sencilla, lo que sucede en su interior cuando se enfadan.

Los tipos de enfado que se trabajan son: la rabia, la injusticia, la frustración y la liberación del llanto.

Lo recomiendo muchísimo como recurso para aplicar tanto en el aula de infantil como en casa, ya que repitiendo su desarrollo de forma continua se puede conseguir que los niños interioricen los ejercicios y sean capaces de ponerlos en práctica autónomamente en su día a día en el momento en que sientan que su león interior ruge y tiene ganas de salir, aprendiendo de este modo a reconocer sus emociones y gestionarlas.

Marisa Costa