A peseta por estampita: Timos, estafas, fraudes y otras artes fascinantes

Opinión:

Javier Márquez Sánchez es periodista y escritor. Curtido en redacciones de prensa local y regional, así como en emisoras de radio de distinto pelaje, ha sido subdirector de las revistas Cambio 16, Esquire, Forbes y Tapas, y es colaborador habitual de medios como El Mundo, GQ, Efe Eme, Historia y Vida o La aventura de la Historia. Es autor de varios libros de ensayo y novelas.

Lo primero que vamos a leer es un magnífico prólogo escrito por Jesús Lens, no os lo saltéis, merece la pena.

Sabemos que la realidad siempre supera a la ficción, podríamos decir que es la ficción quién copia de la realidad. Pues bien, todo esto y más tendremos en "A peseta por estampita" de Javier Márquez Sánchez, un compendio y un archivo de casos célebres y no tan célebres de estafas y engaños de la Historia.

Desde los tiempos de los alquimistas y la transmutación del oro, el hombre se ha valido de todo tipo de tretas y artilugios para aprovecharse de la buena fe de su prójimo en pos de su propio beneficio económico. Aquí nos encontraremos entre otros muchos asuntos con las típicas y falsas reliquias cristianas, aquellas que se decía que pertenecían a un determinado Santo y no eran más que objetos comunes y corrientes que daban una ganancia gracias a la ingenuidad de los feligreses. Cuadros y pinturas falsificados que se vendieron al mejor postor y sin embargo no eran originales, también casos insólitos de personas que dicen ser dueñas del sol pretendiendo cobrar por su uso... Cada tema será aún más extravagante que el anterior, conduciéndonos el autor por un laberinto de costumbres poco ortodoxas que nos dejarán literalmente pasmados ante la astucia y caradurez de la que son capaces muchos estafadores.

Ya sean delincuentes de guante blanco, contrabandistas de obras de arte o timadores de ocasión, es bien sabido que la ambición humana ha llevado a muchos embusteros a la cárcel que, pese a haber cumplido su condena, al salir han seguido reincidiendo. Y con el paso de los años también las formas y las artimañas van mejorando, haciéndose cada vez más elaboradas y subrepticias.

El libro consta de cuatro partes, donde hombres y mujeres que fueron noticia debido a engaños verdaderamente ingeniosos y casi imposibles, dejando a miles de víctimas en la bancarrota. En la primera conoceremos cinco leyendas de estafadores, encontraréis entre otros nombres a Gregor MacGregor, un escocés que llegó a inventarse un país, o al mayor granuja del oeste, Soapy Smith.

La segunda lleva por título "Fraudes que han hecho historia". Sabremos de cinco nuevas leyendas de timadores, personalmente destacaría el nombre de Victor Lustig que vendió la Torre Eiffel dos veces o a la gran reina del fraude llamada Cassie L. Chadwick ...

Tercera parte, "Trileros de altos robos". Una vez más, el ingenio al servicio del mal, algo a lo que, lamentablemente, ya estamos acostumbrados. Pero no por eso estos casos pierden su valor histórico; por el contrario, merecen estar en un libro Guinness de los récords de las estafas, por la temeridad y el valor con los que fueron cometidas. En esta sección nos asombramos con nuevas cinco narraciones, sobresaliendo la de Jean Herrina, un sultán de guante blanco. La historia de Vincenzo Peruggia, el hombre que robó la Mona Lisa... ¿Cómo puede ser que se robara a plena luz del día?

Cuarta y última parte, "En todos sitios roban habas". Seis casos interesantes que leer recalcando, cómo no, la ciudad de Las Vegas, construida para desplumarnos a todos.

Si a estas historias verídicas de fraudes tan inverosímiles le sumamos la prosa erudita y aplicada del autor, que tiene un largo conocimiento y experiencia en el campo de la novela negra, el resultado no puede ser otro que un cóctel explosivo de diversión y asombro por partes iguales.

Javier nos enseña nuevamente su excelente pulso narrativo, con mucho humor negro y mala leche, donde cada relato constituirá un saldo de cuentas con cada protagonista, algo que quedará al buen juicio de cada lector. Un boleto de ida a la diversión más plena y duradera, no encontraremos una sola página tediosa o aburrida y, como ya sabéis, esto es algo que sólo puede asegurarlo esta reseñadora sin temor a equivocarse. La escritura se acompaña con algunas ilustraciones en blanco y negro.

Un libro que al terminar de leerlo os enseñará a tener vuestra cartera a buen recaudo.

Muy recomendado.

Violeta Lila