A merced de un Dios salvaje
Título: A merced de un Dios salvaje
Título Original: (A merced de un Dios salvaje, 2018)
Autor: Andrés Pascual
Editorial:
Espasa
Colección: Espasa Narrativa
Copyright:
© Andrés Pascual Carrillo de Albornoz, 2018.
© Espasa Libros, SLU, 2018.
Diseño de cubierta: © CoverKitchen
Imagen de cubierta: © CoverKitchen / Cepa: cortesía de JPEG Estudio / Justo Rodríguez
Fotografía del autor en solapa: © José Luis Pujol.
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2018ISBN: 9788467052718
Tapa: Dura
Etiquetas: abogados abusos familia asesinos drama muerte literatura española novela suicidios thriller thriller psicológico vida rural mentiras herencias enfermedades raras abuelos y abuelas La Rioja policía vino epilepsia síndrome de Dravet
Nº de páginas: 439
Argumento:
Raúl de 11 años y aquejado de una rara enfermedad, viaja por primera vez junto con su padre a las tierras riojanas cuna del nacimiento de su fallecida madre.
Allí se van a encontrar con que el pasado siempre vuelve en forma de fantasmas, con que la tierra siempre llama a los que en ella habitan y sobre todo se van a encontrar dentro de un mundo rural totalmente desconocido para ambos que les hará crecer como personas y descubrirán que, al fin y al cabo, todas nuestras decisiones, acertadas o erradas, siempre están en manos de un Dios Salvaje que decide nuestro destino.
Opinión:
Nueva novela, esta vez de ficción, del escritor y conferenciante Andrés Pascual, que sale del confort de sus viajes exóticos a los que nos tenía acostumbrados en sus siete libros anteriores, para ofrecernos un panorama tumultuoso dentro de la tierra que le vio nacer en un thriller psicológico cargado de dramatismo pero la sensibilidad extrema de aquel que sabe sobre lo que está escribiendo.
Con sus dos últimas publicaciones, Andrés Pascual ha conseguido el Premio Urano 2017 Crecimiento Personal, con "Oso, tigre y dragón" y el Premio Espasa 2016 Novela Histórica con la novela "Taj".
Esta novela es todo amor; amor a las personas, amor a la tierra, amor a la vida, amor a lo desconocido; pero citando a Stefan Zweig: "el amor es como el vino y como el vino también a unos reconforta y a otros destroza".
Reseñar los otros libros de Andrés Pascual (este sería el cuarto que reseño yo, de los ocho que ha editado) no me supuso en su momento ningún tipo de problema. Eran libros de experiencias vitales propias, en las cuales te veías reflejado de alguna manera y que, en mi caso, por ejemplo, removían las entrañas por una u otras razones.
En este caso, Andrés Pascual se nos ha hecho mayor, ha madurado como escritor y nos obliga a enfrentarnos durante más de 400 páginas a las relaciones personales dentro de un mundo rural donde todos se conocen y nada ni nadie son lo que parecen.
Arranca la aventura de Hugo y Raúl con un trepidante capítulo de esos que consiguen que te quites las lentillas, te pongas las gafas, los calcetines de estar tirada encima del sofá y pidas silencio absoluto a tu alrededor, porque el viaje promete. Y vaya si promete, giros de la trama impensables, cambio de sentido de los personajes, y todo ello en un marco impresionante como es La Rioja, la tierra que le vio nacer y de la que huyó, como uno de los personajes principales del argumento, para encontrarse, o más bien, especificaría yo, para buscarse.
Se nota que sabe de lo que habla, se le ve ágil con la pluma a la hora de enumerar los distintos parajes y sitios donde se desarrollan las acciones, que son varias interconexionadas cual tela de araña enmarañada, pero que al final resulta que simplemente se trataba de una tela de araña tejida majestuosamente, con una red de personajes dotados de personalidades únicas y con sus propios demonios internos.
Pone a cada personaje en el lugar que le corresponde, y no dejas de preguntarte el porqué de esos giros, el porqué de esos capítulos cerrados tan abruptamente (son 55 capítulos, ni más ni menos) con flashback en el tiempo, con idas y venidas a lo largo de la vida de cada uno de los protagonistas. Porque esa es otra, no hay un protagonista absoluto, o sí, bueno, si hay un protagonista que está a lo largo de toda la trama, esa es La Rioja, sus paisajes y sus viñedos (esas uvas que pugnan por tomar cualquier gota de agua en un paraje agreste que hacen que los caldos de ellas extraídas sean una de las mejores denominaciones de origen que poseemos).
Debió sentirse exhausto, Andrés, una vez finalizada la escritura del manuscrito, puesto que nos da todo de sí en esta maravillosa odisea por los viñedos de "Las Brumas" (y eso es lo que nos encontramos hasta la resolución de la intriga planteada por Andrés, brumas por todas partes, dentro de todas las figuras integrantes de esta peculiar conjetura).
Los personajes, aun siendo ficción, tienen su homólogo en la vida real, de eso que cuando digo que sabe de lo que trata lo hace con conocimiento absoluto de causa.
La enfermedad que asola a Raúl, El síndrome de Dravet, no es una inspiración o un recurso literario más, existe el verdadero Raúl, hijo de unos amigos íntimos del autor, y en todo momento, la labor de Andrés, en la novela, al tratar el tema, es de una ternura categórica. No solo le da visibilidad, si no que pone de manifiesto los demonios a los que tienen que enfrentarse las personas que rodean a este tipo de pacientes; como luchan, día a día por dar visibilidad a esta "rara" enfermedad y como aúnan recursos, sacándolos de donde fuera necesario, y haciendo lo imposible, para buscar una cura, o una mejoría de estos pacientes que se enfrentan, sin avisar al "reino de las tormentas" (El síndrome de Dravet (SD) es una epilepsia hereditaria de la infancia caracterizada por una variedad de crisis resistentes a fármacos frecuentemente inducidas por fiebre, presentándose en niños, por lo demás, sanos, y que generalmente deriva en discapacidad motora y cognitiva)
Porque el dios salvaje que nos define no nos enseña a vivir con nuestros demonios; deja que nuestros anhelos, que nuestros aciertos o errores nos definan como personas, y sólo nosotros saldremos victoriosos de nuestras pugnas internas, o no.
Es una novela para manejarla como si de una cata a ciegas se tratara. Sin prejuicios, sin ningún tipo de datos al respecto. Una vez catada, es cuando puedes opinar al respecto, y por mi parte he de decir que Andrés Pascual se ha marcado una novela de 10. Ha entrado absolutamente por la puerta grande del thriller y hay que agradecer, enormemente, que Dan Brown, aún no conozca, que sepamos, los parajes de San Vicente de la Sonsierra, Haro y las localizaciones, que deberían convertirse en ruta literaria, pero ya, y dejarnos, por fin, que tengamos nuestro propio ESCRITOR patrio.
Una apuesta segura, de eso no cabe la menor duda.
Ross Goose
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Comentario de los lectores:
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