A la caza del diablo

Opinión:

"A la caza del diablo" es la cuarta y última entrega de la saga que narra las aventuras que han tenido Audrey Rose Wadsworth y Thomas Cresswell mientras investigan los crímenes de diferentes asesinos en serie. Aquí, la editorial Puck utiliza el título completo de la primera entrega para identificarla, "A la caza de Jack el Destripador", mientras que la autora, Kerri Maniscalco, en su página web utiliza las iniciales del título en inglés de la primera entrega, "SJTR", para numerar las sucesivas entregas.

Esta entrega empieza en Nueva York, adonde han llegado después de un viaje en transatlántico, durante cuya travesía ha habido un reguero de muertos, habiendo resuelto la mayoría, pero también quedó alguno sin resolver.

Si ya en la travesía aparecieron diversas complicaciones en la relación de la pareja, que tan bien estaban juntos al final de la segunda, ahora la situación empeora entre ellos, hasta el punto de que se tienen que plantear cómo quieren que sea su propio y personal futuro, sea cada uno por su lado o juntos, pero desafiando las leyes y las costumbres sociales.

Como en todas las entregas anteriores, la narración es en primera persona por parte de Audrey, a quien el lector seguirá por todas sus aventuras, incluidas lo que podrían ser graves meteduras de pata, que pondrán en peligro su vida.

La portada del libro puede despistar un poco con unos edificios que no parecen propios de Estados Unidos, pero que sí podrían estar, a modo de pabellones temáticos, en esa Feria Mundial que se celebra en Chicago y donde recalan Audrey y Thomas en la persecución de ese asesino en serie, que está haciendo estragos, primero en Nueva York y luego en Chicago, con el que acaban descubriendo que ya habían topado otras veces con sus crímenes, aunque no supiesen de su existencia.

Volviendo a la portada, se ve la imagen de Audrey que sostiene lo que parece un arma bastante peligrosa. Supongo que la intención era referirse al bastón que utiliza desde que quedó maltrecha hacia el final de la travesía en el transatlántico, pero realmente no es así el que utiliza desde entonces para ayudarse al caminar, aunque sí que tiene algún secreto escondido, que hasta puede ser mortífero.

Junto con la historia hay un extra, que está situado al final del libro, tras las anotaciones y agradecimientos de la autora. Se trata de una narración un tanto extensa, donde el protagonista es ahora Thomas y que ocurre días antes de donde empezaba esta cuarta entrega. Será una forma de conocer sus más íntimos pensamientos y cómo ve él la relación con Audrey.

Visto así, el desenlace real de "A la caza del diablo" ocurre unas cien páginas atrás, así que no se extrañe el lector si observa que se aceleran los acontecimientos y se intuye un final cercano cuando aún queda un buen puñado de páginas.

Al final y después de haber leído la saga completa, mi sensación es que las dos primeras entregas fueron superiores al resto, con un bajón importante en la tercera, que aquí se ha recuperado un poco, pero sin llegar a maravillar como al principio. Igualmente, esta es una serie muy recomendable, con una trama absorbente, que apasiona con las aventuras de Audrey y Thomas, que van de investigación en investigación persiguiendo a maléficos asesinos en serie.

Selin