A corazón abierto

Opinión:

Lo primero que percibe uno de "A corazón abierto", el nuevo libro de la francesa Anna Gavalda, es, en la portada, una granada rota. Roja, jugosa y hermosa, pero rota. Sin palabras ni explicaciones, esa sencilla imagen viene a representar a los personajes de toda la obra: individuos que, por mucha felicidad que traten de aparentar, viven sumidos en la melancolía y la monotonía de sus corazones. Nada raro, en una sociedad contemporánea que se esfuerza por deshumanizar al máximo las relaciones humanas -no en vano, los relatos de Gavalda muestran constantes referencias a ese presente de WhatsApps, trabajos precarios y un capitalismo ensordecedor-.

"A corazón abierto" es un conjunto de siete relatos protagonizados por personajes 'rotos', es decir, con graves problemas sentimentales. No se trata únicamente de amor -al menos, no en su sentido romántico-, sino que estas cuestiones sentimentales aluden también a la relación de padres con sus hijos, con mascotas o con la vida en general. En cierta manera, Anna Gavalda realiza una tarea a medio camino entre la psicología y la medicina forense; su labor como escritora consiste en realizar la vivisección de los tan diversos personajes que pueblan sus relatos. En este ejercicio, la autora les otorga a todos una voz fuerte que expresa desde la primera persona los lamentos y quejas respecto a su situación.

En el primero de los relatos, Ludmila es una muchacha joven y caótica que trabaja en una tienda de animales. Una noche acude arrastrada a una fiesta en casa de unos desconocidos, donde conocerá a un chico bohemio e intelectual que intentará seducirla mediante un estilo clásico, el que ella hecha de menos en el amor. En otro relato, una mujer divorciada, madre de dos hijos pequeños, conoce a Mathildë en un bar de París. Ambas son mujeres jóvenes bebiendo y suspirando día tras día, solas. En otro de los relatos, uno de los más trágicos del libro, Jeannot es un camionero que suele ir acompañado por su perro. Su fiel compañero se hace mayor y, por tanto, Jeannot se ve obligado a sacrificarlo, con lo cual va adquiriendo una tristeza que lo aleja de la familia. A su vez, se distancia de su hijo asmático, que tanto le preocupa.

Estas tres historias son tres ejemplos de los relatos que encontrarán los lectores en "A corazón abierto". En ellos, Anna Gavalda documenta la crueldad del destino, singularizada en vidas contemporáneas y realistas que agonizan en su paso por el mundo. Los personajes de estos relatos comparten la necesidad de abrir su corazón a alguien, de expresarse, de contar sus penas, preocupaciones y temores. Son relatos con un gran componente realista que podrían estar protagonizados por cualquiera de nosotros. Son relatos humanos.

Darío Luque