Ataraxia. A través de las revelaciones. Vol. 3

Opinión:

Cuando era niña leía comics a diario, y a pesar de que tenía decenas y decenas, los leía una y otra vez. Me los sabía de memoria. Hoy leo mucho, muchísimo, pero de todo, y también trilogías y sagas con la distancia que supone una publicación de otra, a veces porque hay que esperar y otras porque soy yo la que no tiene tiempo. Normalmente, cuando un libro o comic está lo suficientemente bien atado -como una liaison francesa- no tienes dudas cuando comienzas el siguiente volumen, pero puede pasar también lo que me ha pasado a mí: leía, avanzaba el comic, bastante además, y no estaba segura de saber qué estaba leyendo. Yo recordaba una cosa, pero leía sobre otra. Obviamente, quien tenga menos lecturas anuales que yo o se relea los comic para ponerse al día, no tendrá este problema. La cuestión es que lo que mejor recordaba de Ataraxia era que en un mundo virtual se buscaba a un chico que se había suicidado (Ethan), y también que al ser un juego, detrás de esos avatares había personas reales. Hasta aquí todo bien. El problema lo he tenido cuando lo que estaba leyendo era una historia ajena aunque dentro de la propia historia; simplemente había avatares jugando, y yo no entendía por qué, qué sentido tenía leer un juego virtual más del que no tenía ningún recuerdo. Quede esto como anécdota. Hasta que el autor no vuelve a darle sentido -esto es, contarnos qué está ocurriendo tras las bambalinas-, yo no sabía qué leía y me sentía confusa. E insisto, esto no es un problema para quienes leen poco o releen los comics o los leen de tirón, pero sí es un arte en sí mismo tener la capacidad de hacer recordar al lector en apenas unas viñetas o unas frases todo aquello que leyó en anteriores volúmenes sin resultar repetitivo.

Dicho esto, que a medias es personal y a medias, crítica constructiva, os diré que lo que resulta más interesante es conocer a un par de personajes "reales" que tienen que ver con la construcción del juego, pero mucho, bastante más, ver las reacciones de Kyle al saber que es parte del juego y no existe, las dudas que le plantea su propia existencia. 

Anika Lillo