Port Mortuary. Un caso de la Dra. Kay Scarpetta

Opinión:

"Si bien esta es una obra de ficción, no es ciencia ficción. Los métodos médicos y forenses, las tecnologías y las armas que está a punto de conocer existen en la actualidad…" Con estas palabras inicia la novela Patricia Cornwell, palabras francamente inquietantes cuando se lee el libro.

Y la verdad es que sin esa aclaración yo habría descrito la obra como "posible ciencia ficción" aceptando que todo cuanto se explica relativo a armas y tecnologías cabría dentro de lo posible pero todavía improbable.

Esta es la más reciente entrega de la saga de Kay Scarpetta, esa forense que durante varios años ha protagonizado un buen número de novelas en las que su vida privada se ha desarrollado junto a cada trama; y aquí la autora ha obligado a la protagonista a hacer balance, aclarar algunas dudas y redondear una serie de aspectos que quedaban dispersos y poco claros en la existencia de su personaje. En ese sentido, estoy segura de que interesará a sus seguidores. También es cierto que, como ocurre en todas las sagas, la apreciación completa de la obra se da cuando ya se han leído las entregas anteriores, aunque no es excluyente. Yo misma leí bastantes novelas de Kay Scarpetta (hace un tiempo, eso sí) pero no todas, y determinadas aclaraciones que aparecen en "Port Mortuary" me eran desconocidas. En todo caso, como decía, ese detalle no es excluyente y se puede leer perfectamente este libro sin conocer necesariamente los precedentes.

Dicho lo anterior, la novela atrapa de inmediato, la intriga aumenta con cada página, las descripciones médico forenses son detalladas y explícitas, como lo son las nuevas tecnologías y las investigaciones en materias de micro robótica. Se explican avanzadas técnicas que tienen como punto de partida la automación, los recientes avances en nanobiología y nanoingeniería, es decir, artefactos microscópicos creados en laboratorios, que pueden operar como robots destructores, espías, grabadores de vídeos…, en definitiva lo que se instruya en sus chips o mediante control remoto.

Esta es también una obra intimista, narrada por la protagonista en primera persona. Es fácil para el lector ponerse en la piel de la doctora, entender sus temores e inquietudes, sus conflictos internos o la desconfianza cuando no está segura de las lealtades de algunos de los científicos que tiene a su cargo o las cuestiones que le oculta Benton, porque como psiquiatra e investigador relacionado con el FBI no siempre puede comunicarse con ella abiertamente ni hablar con la franqueza que Kay Scarpetta desearía de su marido.

En definitiva, "Port Mortuary" me ha parecido una novela trepidante, muy instructiva, con abundante información técnico científica y una trama intensa.

Pilar López Bernués