El universo. Cuento para leer a oscuras (fosforescente)

Opinión:

¡Qué maravilla! ¡Qué virguerías hacen a veces las editoriales! Imagina un cuento que no puedes leer, pero que al apagar la luz… ¡aparece! Imágenes y palabras fosforescentes que van surgiendo a través de las páginas. Obviamente el mejor truco para leerlo rápido es tener un foco cerca e iluminar la página que vas a leer, apagar la luz, leerlo y pasar al siguiente con el mismo método (a mi pequeña Katia le ha encantado el experimento y se lo ha leído entero así); eso siempre será más rápido que esperar a que la luz del techo haga efecto en cada página porque el foco de luz debe ser fuerte y las luces del techo nunca suelen tener la misma fuerza. Las imágenes de este tipo, luminiscentes, necesitan siempre absorber luz para funcionar.

Y después del cuento… ¡las pegatinas para ver de noche! Yo tuve estrellas y fantasmas (aún queda un fantasma de mi adolescencia en el cuarto de baño), y mi hijo pequeño tuvo algo parecido a este libro, si no me equivoco. Esta vez serán mis hijas las que adornarán de planetas su habitación para que cuando apaguen la luz sueñen con viajes espaciales. Qué bien suena. Sorprendí a mi hija pequeña hace unos días en su cumpleaños y creedme ¡le encantó!

Varios planetas, un astronauta, un enorme sol, estrellas y un cohete, se iluminarán en las paredes y los armarios de la habitación cuando finalmente apaguen la luz. ¡Fantástico! Vamos, lo recomiendo sin lugar a dudas.

Este título pertenece a una colección en la que también han salido monográficos de La Luna, las hadas y los monstruos (debe ser divertido ver imágenes luminiscentes de hadas y monstruitos).

"El universo" tiene una portada preciosa, con una ilustración bonita pero sobre todo con un diseño fabuloso, donde algunas pequeñas superficies redonditas, plateadas y en relieve asemejan verdaderas estrellas. 

Anika Lillo