Aventuras y desventuras de Mari Loli Baker en el ciberespacio

Opinión:

Cuando Elena Martínez Blanco -amiga y colaboradora de Anika Entre Libros desde hace ya muchos años- y Alfonso Aguado presentaron el libro en Valencia y el público tuvo el micrófono en mano para hacer preguntas o comentarios, quise decir la verdad, y con la misma empiezo aquí: Yo no leo blogs, nunca me han interesado los blogs donde se cuentan cosas personales y además tampoco me sobra el tiempo, como mucho y puntualmente leo algo que me han dicho que lea porque me interesa, y generalmente tiene que ver con la literatura. Y además tengo facebook, donde ya me entero de cosas personales sin buscarlo. Por eso le di la enhorabuena a Elena porque ya había empezado su novela y, en cierto modo, estaba leyendo mi primer blog (de principio a final).

Una de las cosas que me interesaban era que lo había escrito ella, es una amiga y estaba muy ilusionada -y yo con ella- de que la publicaran; otra, que era de humor, y a mí el humor me encanta; por último, sabía que había ciertos guiños en la novela y tenía ganas de descubrirlos.

Lo que me tiraba para atrás era que fuera, en el fondo, una novela romántica porque ese género no me gusta, aunque éste tenía algo de chick lit, lo que la hacía más fresca -incluso hay erotismo, lo cual está muy bien porque se desmarca del chick lit ñoño que puso tan de moda el diario de Bridget Jones-. Pero una cosa que no me importa es que exista una historia de amor en una novela, es decir, que la novela sea una cosa y que dentro de ella esté esa historia de amor. Sólo puedo quejarme -por gustos personales- de ese final tan dulzón que es el que a mí no me atrae-, pero puedo asegurar por el contrario que habrá muchos lectores que estarán encantadísimos con él. De hecho podría decir algunos nombres; es más, algunos están en la novela o en los agradecimientos. Son novelas que les hará suspirar con ese final.

Lo que a mí me ha gustado ha sido el desarrollo, las risitas que me he echado, el desparpajo de Mari Loli, que algunos de sus "lectores" tuvieran su propio blog y de vez en cuando pudiéramos leerles (cuando ella, el personaje, no lo hacía porque lo desconocía, haciéndonos a nosotros testigos de otras historias relacionadas -y ojo, que al principio no me convenció pero luego sí, quizás porque no abusa de ello-) y, por supuesto, el Pater Iracundus, un personaje para dar de comer aparte. Además debo reconocer que Elena Martínez Blanco ha sabido darles personalidades a sus lectores (los del blog) muy dispares, haciendo que reconozcamos con facilidad quién habla (al final era fácil saber si hablaba MandarinaBell, Machoibérico o el Pater por ejemplo sin que estuvieran sus nombres porque les ha dotado de personalidad).

Y ya que he nombrado a MandarinaBell, me ha sido facilísimo descubrir quién se escondía detrás (no sólo por el nombre y la relación que tiene con Anabel Botella -relación que conozco bien-, si no también por su forma de pensar y por su propio historia que a grandes rasgos se narra y acaba con el nacimiento de su hijo, a quien también conozco). Otros, naturalmente, no los habré pillado, pero ahí estaban Mamen de Zulueta (me ha resultado tan fácil reconocer ese vino de naranja…) o Patricia Madrid junto a Anabel Botella, aunque para mí el guiño más bonito ha sido leer "Anika Entre Libros" dentro de esta historia. (Del mismo modo ha recordado a los amigos del Shalakabula). Sí, ha sido un poco pegote, pero era una forma bonita de Elena de no dejar fuera este sitio que la acogió hace años y por el que ella misma ha dado tanto.

No quiero terminar sin nombrar dos cosas: una, la portada, magnífica, que nos da una idea de Mari Loli que a mí me ha agradado; otra, el Pater Iracundus, un personaje que comenzó Elena pero que terminó escribiendo Alfonso Aguado (fundador del grupo musical Los Inhumanos) y en el que también se luce bien -cuánto me ha recordado al franquismo y a la represión sexual y qué final más apropiado-. Por último, la música, algo fundamental en este blog: Elena Martínez utiliza canciones de los ochenta en todas sus entradas buscando la más apropiada para que lo que cuenta tenga cierta relación con la letra, y así nos hace volver -a algunos- a una época que nos hizo muy felices (en la que estábamos, por cierto, un poco locos).

La editorial también se ha currado un diseño interior (podía habérselo ahorrado pero ahí está, y eso le da puntos) que tiene que ver con los diferentes blogs: la mosca de Mari Loli, el sombrero del Sombrerero Loco, la cruz del Pater Iracundus… Un buen tamaño de letra y un libro cómodo. En fin, que lo tiene prácticamente todo, sólo queda disfrutarlo riéndose con él.

Por mi parte puedo decir que al final no me ha resultado tan diferente de una novela contada en primera persona, así que en cierto modo ha sido como leer una novela en la que participaban otros con sus comentarios, y eso sumado al humor me ha convencido. 

Anika Lillo