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13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen

Ficha realizada por: Belén Flores
13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen

Título: 13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen
Título Original: (13 things mentally strong people don’t do, 2015)
Autor: Amy Morin
Editorial: Grijalbo
Colección: Crecimiento Personal


Copyright:

© 2015, Amy Morin
© 2016, derechos de edición mundiales en lengua castellana: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A. de C.V.
© 2024, Elena Preciado, por la traducción
© 2024, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.

Traducción: Elena Preciado
Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Septiembre 2024
ISBN: 9788425368332
Tapa: Blanda
Etiquetas: autoayuda divulgación salud psicología libros ilustrados literatura estadounidense pensamiento consejos inteligencia emocional crecimiento hábitos miedos tests guías no ficción identidad manual desarrollo personal motivación libros prácticos
Nº de páginas: 310

Argumento:

Desarrolla tu fortaleza mental con 13 estrategias revolucionarias que funcionan para todo el mundo.

Las personas mentalmente fuertes:

1. No pierden el tiempo autocompadeciéndose
2. No regalan su poder
3. No evitan el cambio
4. No se concentran en lo que no pueden controlar
5. No se preocupan por complacer a los demás
6. No temen arriesgarse
7. No viven en el pasado
8. No repiten los mismos errores
9. No les duele el éxito de los demás
10. No se rinden tras un fracaso
11. No temen a la soledad
12. No sienten que el mundo les debe algo
13. No esperan resultados inmediatos

Recupera tu poder, acepta el cambio, afronta tus miedos y entrena tu cerebro para la felicidad y el éxito.

 

Opinión:

 

Este manual, que ya ha sido traducido en 40 idiomas, es el desarrollo del artículo "13 things mentally strong people don't do" que esta misma escritora publicó en 2013 y se convirtió entonces en viral. Según cuenta ella misma en la introducción, la vida de Amy Morin ha estado marcada por la muerte de su madre cuando ella tenía 23 años, 3 años más tarde la de su joven marido con solo 26 años, y otra posterior que vendría; esto la llevó a tener que hacer un ejercicio tremendo consigo misma para afrontar ese dolor, y aprender una nueva forma de vivir. Y este libro es el resultado: 13 errores a evitar para que no socavaran sus esfuerzos por salir adelante, porque si volvía a sucumbir, volvería a caer al fondo.

Para empezar, nos aclara que "un mal hábito… poco a poco nos van hundiendo sin que nos demos cuenta. Aunque nos esforcemos por crear nuevos hábitos, si no paramos los malos, de nada nos sirve". Cuando nos sentimos mentalmente fuertes, sentimos que nos comemos el mundo. Pero ¿qué es la fortaleza mental? "Es la habilidad para regular las emociones y gestionar los pensamientos equilibrando ambos"; aunque habrá gente que tenga esta habilidad de forma natural, la mayoría tenemos que aprender a hacerlo. Y en este caso, encontramos pautas no sobre lo que hay que hacer, sino qué evitar. En breves pinceladas sobre cada uno de estos errores a evitar:

1) No pierden el tiempo autocompadeciéndose: obsesionarnos con nuestros dramas es autodestructivo. Y ¿por qué lo hacemos? Porque no queremos hacernos responsables de nuestras acciones; es la manera de justificar nuestra pasividad, una simple excusa. O bien, para llamar la atención de los demás, pero para aquellos que lo hacen… que sepan que escuchar las penas de los demás nos aburre…

2) No regalan su poder: no permiten a los demás que digan o controlen su forma de pensar, sentir o comportarse. Solo se trata de establecer límites, y en positivo tendremos mayor confianza en nosotros mismos y en las decisiones que tomamos. Cuidado, porque esto supone asumir la responsabilidad de todo lo que pensamos, sentimos y hacemos, y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo.

3) No evitan el cambio: es inútil. No podemos detener el cambio. Es una batalla perdida. La vida cambia lo queramos o no. A elección de consumidor está si tomar partido activo en el cambio o esperar a que ese cambio sea algo impuesto. Si esperas, otras personas te sobrepasarán, y puede que cuando quieras hacerlo sea demasiado tarde.

4) No se centran en lo que no pueden controlar: hacerlo es una pérdida de tiempo. Hay cosas que están fuera de nuestro alcance, (qué excusa más fantástica para los que no mueven un dedo y se están quejando todo el día). Hay que aprender a diferenciar honestamente lo que sí podemos cambiar o resolver, de lo que no.

5) No se preocupan por complacer a los demás: si estás pensando siempre en los demás, no tienes tiempo para pensar en ti. Si es necesario, confrontaremos con los demás para que respeten nuestros límites; diremos NO a las invitaciones que no nos apetezcan, mostraremos las opiniones sin miedo a ser juzgados. Aquí lo más difícil es definir nuestros límites. 

6) No temen arriesgarse: lo único en lo que discrepo. Todos tenemos cierto miedo cuando nuestra acción supone un riesgo, ya sea del tipo que sea. Y aun así nos movemos. Está claro que cuantas más cosas hagamos, podremos tener más pistas de lo que funciona y lo que no, pero sí habríamos de sopesar pros y contras en vez de actuar impulsivamente. Lo que habría que evitar son los pensamientos irracionales que nos invaden muy frecuentemente.

7) No viven en el pasado: un dicho muy común nuestro es el de "para atrás ni para coger impulso". El pasado inmoviliza; si ha sido malo debemos obligarnos a seguir adelante, y si no somos capaces, deberemos buscar ayuda profesional; no es bueno quedarnos en el dolor, o en la ira de que algo no ha salido como esperábamos. O incluso en recuerdos bonitos porque ya no volveremos a vivirlos; sin embargo, podemos vivir otros mejores. El pasado solo es útil para reflexionar sobre los errores, y esto debe de hacerse durante un brevísimo periodo de tiempo.

8) No repiten los mismos errores: enlazamos con el anterior, la reflexión de un error solo tiene sentido para que nos de las pistas para no volver a repetirlo. Pero para esto la máxima es reconocer nuestra responsabilidad en ese error, algo que enlaza con el 1º error. Muchos repiten excusa tras excusa para negar su papel en el resultado.

9) No les duele el éxito de los demás: en cristiano, no son envidiosos ni tienen resentimiento hacia los que pueden poseer más que ellos. En un lenguaje más políticamente correcto, no se comparan con lo que tienen otros. Este tipo de personas no lo reconocen porque es una parte muy oscura de nosotros mismos; y no solo no se reconoce, sino que se niega categóricamente. ¿Por qué? Se llama "inseguridad". Si sirve de consuelo, esas personas a las que vemos con vidas tan maravillosas también tienen sus problemas y quizá, si los conociéramos, no quisiéramos cambiarnos por ellos.

10) No se rinden tras un fracaso: fracasar es parte del éxito, es lo que te da conocimiento de lo que no funciona y lo que sí, y abre a nuevos caminos, nuevos planes, que incrementarán las oportunidades de éxito.

11) No temen a la soledad: la soledad tiene muchos beneficios; en el trabajo estar solo puede aumentar la productividad; impulsa la creatividad; hasta es beneficiosa para la salud mental estar tranquilos sin interrupciones para hacer lo que nos apetece, pues tener ruido de fondo a todas horas es para volverse loco.

12) No sienten que el mundo les debe algo: dejemos de creernos el centro del universo. Ahí fuera no tenemos ningún privilegio frente a los demás a la hora de recibir. Si nos concentráramos más en dar que en recibir, conseguiríamos mucha más satisfacción. Hagámoslo por egoísmo si es necesario.

13) No esperan resultados inmediatos: son trabajadores, perseverantes y, sobre todo, pacientes. La velocidad a la que se mueve el mundo en el que todo lo podemos conseguir a golpe de click, hace que perdamos la perspectiva de que los cambios no se mueven a tal velocidad. Saben que con trabajo y esfuerzo llegarán a lo que se ha propuesto.

Esto es solo un breve comentario a lo que encontramos dentro de este libro. Merece la pena dedicarle tiempo, y si es con un lápiz mejor, pues os veréis subrayando más de una frase. Es muy ameno de leer, está estructurado en capítulos, uno por cada error a evitar, y cada uno de ellos en diferentes epígrafes que leyendo el título ya sabes si te va a interesar. Si no, pasas al siguiente epígrafe; no es necesario leerlo de seguido. Al comenzar cada capítulo hay un breve cuestionario de potenciales situaciones en las que podemos vernos identificados. Y al final de cada capítulo hay una pequeña guía de consejos. Es un manual tremendamente valioso y práctico, y lo digo yo que soy un poco friki de este tipo de libros muchos de los cuales son un "tocho" infumable. En cambio, este es práctico, va al grano y entretiene. 

Tener un grado óptimo de fortaleza mental es "saber que estarás bien pase lo que pase", pues estarás preparado mentalmente para hacer frente a cualquier circunstancia que se presente, viviendo de acuerdo a tus valores y teniendo la confianza de estar haciendo lo correcto. Todos podemos controlar nuestra actitud y comportamientos. Quien lo niegue o suelte una parrafada que no es otra que excusarse, es una persona mentalmente débil. Que está bien, allá cada cual, pero que no se engañen y menos, nos engañen a los demás.

Tal y como dice la dedicatoria de la autora, "A todos los que se esfuerzan en ser mejores cada día". ¿Conocéis a alguien que se atreva a decir que está en el grupo contrario? Yo no… pero son como las meigas, que haberlos haylos…

 

Belén Flores

 

 

 

Frases de esta opinión pueden utilizarse libremente en otros medios para promoción del libro, siempre que no se varíe y se mencionen al autor de la misma y al medio anikaentrelibros.com

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