101 coños
Título: 101 coños
Título Original: (101 coños. Ilustraciones y breves)
Autores: Iván Humanes Bespín, Salvador Alario Bataller, Carlos Maza, Vanesa Domingo Montón
Editorial:
Grafein Ediciones
Copyright:
© Carlos Maza Serneguet, Salvador Alario Bataller, Iván Humanes
Bespín
© Imágenes: Vanesa Domingo Montón
Edición: 1ª Edición, Enero 2008
ISBN: 9788493589356
Tapa: Blanda
Etiquetas: humor libros ilustrados literatura española microrrelatos micro relatos piezas breves erótica erotismo sexo
Nº de páginas: 133
Argumento:
Carlos Maza, Iván Humanes y Salvador Alario (estos dos últimos ya
trabajaron juntos en "Malditos. La Biblioteca Olvidada")
se unen para regalarnos 101 relatos breves, hiperbreves o tan
minimalistas que es un milagro que funcionen. Y funcionan por lo
que dicen, insinúan, invitan o sugieren.
Junto a ellos, de vez en cuando, una imagen con la visión de la
ilustradora Vanesa Domingo Montón, en blanco y negro (y grises),
donde las curvas vaginales se adornan con distintos elementos,
algunos más acertados que otros, pero igualmente llamativos.
Su presentación de forma cómica, como un prospecto o indicaciones
médicas para el uso de los hiperbreves, es, en parte, una pista de
lo que leeremos dentro.
Opinión:
Para empezar yo comencé riéndome desde la primera página. No con
todos, ni siquiera están tan claros unos como otros, y esto es
porque cada uno de los autores expresan sus ideas de formas
distintas. De hecho no están firmados, y para saber quién ha
escrito qué, hay que acudir al final y mirar las autorías (algo que
yo no hice mientras leí el libro).
Pero creo que lo más importante de todo, al margen de la brevedad
y la ocurrencia unidas en secuencias divertidas, sarcásticas,
irónicas, graves, fantasiosas, melódicas, o puede que alguna pueda
resultarle a alguien hasta insultante (estos chicos son unos
provocadores natos, pero en la creación, yo me uno a ellos) el
milagro surge cuando, mientras estás leyendo, no puedes evitar
coger papel y boli y apuntar tus propias "coñerías".
Esto es lo que me ha pasado a mí mientras tomaba mis dos cafés en
una amplia mesa, con el libro casi terminado, y con ganas de decir
"¡a mí se me están ocurriendo algunas!".
Por no chafar las que están publicadas en "101
coños" pero para que os sirva como idea qué podéis
leer en este recopilatorio de breves e hiperbreves, dejaré para la
posteridad mis "coñerías".
Milagro
No nací para ser pastor. Mi nivel de estrés es muy elevado con
tanta tranquilidad. No me gusta leer, ni la gameboy, no hay nada
que me alivie de esta insana paz. Por eso empecé a buscar el relajo
en las oberturas más cercanas. Blanquita, Alsaciana y Juanita eran
mis favoritas. Con ellas me desahogaba a menudo, cada día, dos o
tres veces. El problema surgió cuando, por algún misterio de la
naturaleza, Alsaciana quedó preñada. Aquella "cosa" era amorfa.
Menos mal que nació muerta. Hombres y ovejas no deberían tener
descendencia ni por milagros de la naturaleza.
Recuerdo
Mantuvieron muchas conversaciones. Una vez él le dijo que lo mejor
de este mundo eran las almejas. Olerlas, lamerlas… Conocía su vida
desde hacía tiempo, había atracado bancos, era heroinómano, había
pasado largas temporadas en la cárcel, se había hecho incluso un
"nombre" dentro de la trena, y no se sorprendió cuando se enteró de
que lo habían encontrado muerto en un camino de las afueras por una
sobredosis, pero cada vez que se acordaba de él, sólo recordaba una
palabra… almeja.
El testigo
Era investigador y fotógrafo. Sus fotos de hadas y gnomos
recorrieron el mundo, aparecían en los periódicos, el National
Geographic le llamaba constantemente, sus imágenes recorrían,
ampliadas, museos de todo el mundo, pero cuando mostró lo que para
él era su mejor foto, el coño de una amazona, dijeron que era un
montaje. De la noche a la mañana su credibilidad se esfumó.
Mierda
- ¿Qué hacen esas dos moscas, mamá?
- Hijos.
La madre coge la paleta y se las carga de un golpetazo
aprovechando la torpeza de las moscas, una sobre otra.
- ¿Por qué lo has hecho? Ahora no veremos a sus hijos.
- Las moscas van a la mierda. Odio las moscas.
Confianza
Cada vez que salía a cenar con sus amigos le decía a su mujer que
debería ponerle un cinturón de castidad porque no se fiaba de ella
ya que se quedaba sola en casa. Una de las noches regresó borracho,
como siempre, y trató de follársela cuando la joven esposa trataba
de morir. "Otra vez apestando a alcohol". Sus manos
ansiosas tropezaron con una armadura de acero. Esta vez ella no se
quejó, sonrió y le dijo que no se la quitaría, por lo menos, hasta
que mejorara su conducta y confiara en ella. Su coño era, ahora más
que nunca, libre.
Moral
Pasó en Estados Unidos en un solo día: un atentado terrorista
acabó con la vida de 78 personas, dos estudiantes tirotearon a los
profesores de su instituto, una secta de 115 personas se suicidó
para irse con los extraterrestres, una plaga terminó con la cosecha
de viñedos de California, tres incendios provocados tenían en
alerta a los habitantes de Los Angeles, el desplome de un edificio
había terminado con la vida de 18 personas, dos bandas callejeras
habían hecho una masacre en pleno Queens, una mujer maltratada
sistemáticamente se había tirado desde el puente de Brooklyn… Al
día siguiente todos los diarios abrieron con la misma noticia, y
también los informativos televisivos: "Expulsado de su colegio
un niño de 12 años por pedirle a una compañera que le enseñara su
vagina".
Refrán
Dime con quién vas y te diré cuán promiscua eres.
Más de 80 años
Después de ver una snuff movie sólo le quedaba un reto:
ver el coño de una anciana. Cuando lo consiguió sufrió un
infarto.
Educación sexual
- Mamá, ya sé qué es la vagina. Nos lo han explicado en
clase.
- ¿Sí? Pues por ahí saliste tú.
-¡Ajjj, qué asco!
Enorme
Era la vagina más grande del mundo. Apareció en el libro Guiness
de los Records. Tenía elefantiasis.
El cuarto coño
Tres de las cuatro hermanas estaban reunidas en casa de una de
ellas. Solían compartir la plancha para el pelo. Una de ellas
preguntó dónde estaba porque quería alisarse su melena. Otra contó
con los dedos mientras se señalaba a sí misma y a las dos hermanas
que estaban con ella: "Un, dos, tres… en el cuarto coño",
dijo.
Imaginación al poder. Leed "101 coños" y
si hacéis como yo, quién sabe si tendremos algún día un divertido y
creativo tocho de "1001 coños". Creedme que se me ocurrían
más, pero el tiempo apremiaba y tenía que pagar mis cafés y salir
pitando a trabajar.
Si queréis visitar el blog de 101 Coños, pulsar
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Anika Lillo
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Comentario de los lectores:
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