¡Ay! Un libro sobre el cuerpo, las heridas y cómo nos curamos

Opinión:

Felicitas Horstchäfer y Johannes Vogt viven juntos en Berlín. Estudiaron diseño en Münster y trabajan juntos en la elaboración de libros infantiles. Felicitas también trabaja como ilustradora para diferentes editoriales y Johannes como organizador de exposiciones en museos.

"¡Ay!" es un álbum divulgativo ilustrado en donde los niños podrán descubrir todo lo que puede pasar en el cuerpo cuando lo herimos y el modo en el que él mismo es capaz de solucionarlo bajo un proceso de reconstrucción. 

Desde una óptica científica y divulgativa, Johannes Vogt recoge específicamente aquellas lesiones o heridas más comunes en los más pequeños, exponiendo así el proceso de herida y sanación de una raspadura, un esguince, un corte, una fractura, un ojo morado, la pérdida de un diente, una conmoción cerebral o las insufribles quemaduras solares. 

La edición, bellamente ilustrada por Felicitas, consigue mediante imágenes recrear los momentos en los que suceden los accidentes y provocan una alteración en nuestro cuerpo que regularmente va acompañada de dolor. 

El autor expone de forma muy concisa, a través de un lenguaje sencillo, claro, científico y estructurado qué es lo que sucede en el interior del cuerpo ante un accidente que rompe el funcionamiento orgánico y natural de nuestro cuerpo, cómo se debe responder ante el mismo y el proceso de sanación paso a paso. 

El modo en que el autor se expresa va muy ligado a la forma de sentir del público al que va dirigido, ya que pone de manifiesto con palabras sencillas los sentimientos o experiencias que los propios niños sienten y, a veces, les cuesta expresar aportándoles vocabulario y una mayor comprensión de aquello que les sucede ante una lesión. 

Las ilustraciones son sencillas, diferenciando, por un lado, con dibujos en blanco y negro, las experiencia o situaciones que llevan a cabo la lesión, mientras que, por otro lado, las imágenes a color van a representar la transformación del cuerpo antes, durante y después del accidente, indicando las partes del cuerpo y aquellos elementos que van a ser protagonistas.

Las explicaciones son breves y concretas, el autor se centra en dar la información precisa y diferenciarla en pequeños bloques para no saturar de información al lector. Cada apartado va guiado por un epígrafe que resume el contenido permitiendo hacer un seguimiento de la lectura con un solo golpe de vista. 

Al finalizar el tomo, los autores incluyen algunas apreciaciones para saber identificar la gravedad de la herida ofreciendo rasgos característicos y pautas identificativas. 

Sin duda alguna, "¡Ay!" me parece un libro muy apropiado para iniciar a los niños en los primeros auxilios, ya que se les ofrecen las estrategias necesarias para conocerse e identificar los pasos más esenciales para protegerse y actuar rápidos ante un accidente ordinario, discriminando la gravedad de la lesión.

Personalmente, lo considero una herramienta indispensable con el que se ha de contar en las bibliotecas infantiles públicas, escolares y de casa, ya que este tipo de libros no solo les atrae por su conocimiento científico y divulgativo, sino que les motiva al saciar su curiosidad en relación a los diferentes efectos presentes en situaciones tan cotidianas como los accidentes más cercanos a ellos, llegando a comprender cómo se producen y su proceso de sanación.

Marisa Costa